Las horas se deslizan esta semana casi perezosamente, dando la sensación de que nunca van a ser las seis de la tarde del domingo. Entonces, el tiempo será maleable. Fluirá ligero si el resultado contra el Barça B, combinado con el de otros cinco encuentros, no son favorables a los intereses del Castellón. Pero no avanzará si sucede todo lo contrario.

El albinegrismo encara esa recta final antes de la hora de la verdad con sensaciones encontradas. La situación es más propicia respecto a cómo ha transcurrido la mayor parte de la temporada, pero después de haber estado fuera de peligro en un par de jornadas y no depender del todo de uno mismo, está en alerta. Al final, todo dependerá de lo que haga el equipo sobre el césped y la afición empujando lo suyo desde la grada. Eso será fundamental, sí, pero requiere de un poco de suerte en otros escenarios.

«Hemos ido recogiendo puntos, es decir méritos, para después de la desventaja tan grande que hemos llegado a tener, asegurarnos ser uno de esos equipos con opciones a la permanencia», contextualizó Óscar Cano. «Quejarse por cómo empezó la temporada, por los reveses… ya no vale de nada», añadió el técnico.

«Lo diferencial, lo que distingue este de otros partidos, ya está en el ambiente», recalcó el granadino, que confía en «esa ayuda externa de la gente y esperar a lo que suceda en otros escenarios», contempló. «Vamos a salir a ganar, pero como lo hemos hecho en todos los lados. Este equipo va a salir súper enchufado», incidió. «Debemos estar muy centrados y, a partir de ahí, que sea una tarde mágica y que a las ocho nos podamos felicitar todos, aunque no celebrar nada, porque se anunció que se tenía una plantilla para ascender y a la jornada 10 aquello se esfumó», ligó el técnico.

Cano aparcó el estudio de las combinaciones «porque gasta excesiva energía». «Debemos salir bien y ganar, ya pondrá la atención, quien tenga que ponerla, en lo que pasa en otros partidos», pidió. «El consejo que doy [a sus hombres] es que no miren a otros campos. Se van a ir dando múltiples y variadas opciones que nos van a ir dando la salvación, el play-out… nos aporta un sufrimiento extra», admitió.