La Audiencia Nacional ha otorgado esta mañana la libertad sin fianza para Sandro Rosell. El expresidente del Barça saldrá este mismo miércoles de la cárcel de Soto del Real al acabar la sesión del juicio.

En un auto, la Sala explica que tiene en cuenta que está a punto de cumplirse el máximo de dos años de prisión provisional y el carácter excepcional de la medida aunque les obliga a asistir a todas las sesiones del juicio y fijar domicilio, les retira el pasaporte y les exige que comparezcan el primer y tercer lunes de cada mes ante el Juzgado o Comisaría más próximo a su domicilio.

El abogado de Rosell, Pau Molins, solicitó el lunes en el inicio del juicio que su cliente pudiera esperar la sentencia en su casa después de haber declarado los seis acusados. Era la enésima ocasión en que la defensa realizaba tal petición a lo largo del proceso, así que en el entorno de Rosell prevalecía un escepticismo que se ha tornado en máxima emoción al escuchar el dictamen.

El tribunal había anunciado a las partes que se tomaba la tarde de ayer para deliberar sobre la solicitud. Se coló en la defensa un rayo de esperanza al no haberse denegado de entrada la libertad condicional, como tantas otras veces. Pero esta mañana ha sido distinto. Y familiares y amigos presentes en la sala han exteriorizado una explosión de emociones que contenía alegría, alivio, felicidad y muchas lágrimas sujetadas y ahora incontenibles…

Con esta decisión Rosell pone fin a 22 meses en prisión preventiva, considerada la más larga de la democracia española en una causa de índole económico.

Besolí, fuera también

Con él saldrá también su amigo Joan Besolí, el empresario andorrano al que la fiscalía acusa de ser testaferro de Rosell. Juntos han compartido celda y todos los momentos amargos de este periodo negro. El suyo ha sido un caso particularmente conmovedor, ya que su hijo sufrió una lesión medular ósea en el momento en que fue detenido y fue privado sucesivamente de permiso de visita hospitalaria.

Molins pavimentó la salida de su defendido al preguntarle en el tramo final de su interrogatorio de ayer martes si pensaba ponerse a disposición de la justicia en todo momento en caso de que se le concediera la libertad provisional y si ofrecía todo su patrimonio (unos 30 millones de euros), ya de por sí embargado, como garantía. “Estoy y siempre estaré a disposición de la justicia, porque no tengo nada que esconder y soy inocente”, declaró el exmandatario azulgrana, añadiendo que todo su patrimonio se encuentra en España "salvo el 50% de un apartamento en Andorra". Una forma más de negar cualquier posibilidad de fuga al extranjero, como tercamente sospechó la jueza de su caso.