Cuando hace apenas tres semanas volvió a la competición después de estar dos meses en el dique seco tras una lesión en el hombro, no tuvo ninguna duda a la hora de señalar que las sensaciones en su regreso habían «sido muy buenas». Y eso que no pudo acceder al cuadro final en Doha tras cosechar una victoria y una derrota en la previa. Al menos, Sara Sorribes volvió con una alegría, puesto que venció su primer duelo tras superar unas molestias físicas que le impidieron tener opciones de jugar con España la Fed Cup.

No le fueron tan bien las cosas en el Hungarian Ladies Open (Budapest) y en el Oracle Challenger Series (Indian Wells), donde cedió en primera ronda, llegando a su cita más importante de la actual temporada —no pudo estar en el Open de Australia—, Indian Wells, con dudas y solo una victoria en cuatro encuentros.

Pero la valldeuxense ha despertado y ya está en el cuadro final de este torneo de primer nivel, en el que compiten las mejores del mundo por lo que se ha visto obligada a afrontar la previa. Y en esta ha superado a Allie Kiick, en primera ronda, y a Ajla Tomljanovic (6-4 y 6-2) en la segunda y definitiva, demostrando que después de tres semanas compitiendo ya ha recuperado sus mejores sensaciones, puesto que su última rival es la 92 de la WTA. Hasta la fecha había cedido hasta con oponentes con peor ránking.

Por segundo año consecutivo accede al cuadro final en Indian Wells y ahora buscará repetir la hazaña del 2017 y llegar, como mínimo, a segunda ronda. Para ello debe doblegar a Catherine Bellis, número 45 del mundo.

Un paso al frente

Por primera vez en este año suma dos triunfos seguidos y espera mantener esta racha, lo que le permitiría volver a acercarse al top-100, en el que tantas semanas se instaló la pasada temporada —llegó a ser la 79 (8 de mayo)—. Sin ser algo que le quita el sueño, aunque es consciente de que si juega bien lo conseguiría, Sorribes —actualmente ocupa el puesto 110— espera volver a lograrlo y mantenerse más tiempo en la zona noble. Para ello se ha trasladado a vivir a Barcelona para entrenar con su nuevo equipo de trabajo, que está liderado por su nuevo preparador, Germán Puentes.