Ha saboreado la élite del fútbol, siendo uno de los jugadores más valorados de una de las canteras más importantes de España como es la de Tajonar, la de Osasuna. Tras formarse dos años en el Promesas —el filial del club rojillo—, Eneko Satrústegui pasó a formar parte de la primera plantilla en el club del Sadar disputando 16 partidos oficiales en Primera División de la mano de José Luis Mendilibar. Era la temporada 2011/12 y tenía 21 años. Seis años más tarde, el central de Villava ha sido uno de los refuerzos más importantes para el CD Castellón 2018/19, en la campaña del regreso a Segunda División B.

En estos seis años, el navarro militó cedido un ejercicio en el Numancia, en Segunda A (2012/13), pero tras haber jugado toda la primera vuelta con los sorianos, una lesión de ligamentos le lastró el segundo tramo liguero y el posterior ejercicio con Osasuna (2013/14) en Primera, en la que la destitución de Mendilibar y la llegada de Javi Gracia le cerraron las puertas.

EL RESURGIR EN MURCIA // Tras ese año y medio prácticamente en blanco, el Real Murcia llamó a su puerta. Eneko quería minutos. Y en el histórico club grana los recuperó, en Segunda B, disputando dos fases de ascenso consecutivas. Tras ello, y por temas familiares —había que estar cerca de casa—, Satrústegui jugó la temporada 2016/17 en el CD Ebro, en Zaragoza, siendo indiscutible. Y la pasada campaña en otro clásico, el Lleida Esportiu.

Y ahora, Castalia. «Si he venido al Castellón es porque quiero reengancharme a la Segunda División A. Los directivos tienen muy claro que la meta es ascender, y sin duda es una razón de peso», explica.

El zaguero atendió ayer a Mediterráneo para analizar el porqué de su fichaje: «El Castellón es un histórico que quiere seguir creciendo, al igual que yo, y ese es motivo suficiente». «Pero, además, me ilusiona el club y su gran afición. Lo que me cuentan es una pasada. Pero en especial gusta el proyecto... que mira a Segunda A», reconoce, añadiendo que «tanto el club como la mayoría de jugadores de la plantilla queremos volver a la categoría de plata».

Sobre el bloque, el navarro reconoce que «no es solo que se hayan fichado jugadores de superior categoría, sino que veo que hay un grupo de profesionales muy comprometido».

El reto: ¿Ascender? «Sería lo suyo, pero con los pies en el suelo», expone. «En el grupo III hay 10 equipos para cuatro plazas de play-off. No será fácil», finaliza.