No hay manera. El Segorbe sigue con una dinámica peligrosa muy negativa de la que le está costando demasiado salir.

Ayer, el Segorbe aguantó el empate inicial hasta el ecuador del primer periodo, cuando Fernando Doménech abrió la lata para los de La Vall d’Albaida en un centro-chut de los locales. Con la mínima ventaja para los valencianos se llegó al descanso.

El conjunto blanquillo intentó empatar pero en cuatro minutos encajó tres goles. El primero de ellos de Cristo a pase de Paco Sáez, el segundo de Rafa en un mano a mano ante el Kilian y el tercero en las botas de Soler culminando una jugada buena colectiva. En la recta final Víctor Gómez hizo el gol del honor con un trallazo desde fuera del área.

La anécdota para el recuerdo la protagonizó uno de los jueces de línea, que se marchó lesionado y desde la megafonía del estadio de El Clariano se llegó preguntar si había algún linier en la grada capaz de ocupar su posición junto a la línea de cal.