Si cuando finalizó la primera vuelta les hubiesen dicho que iban a lograr la permanencia en la Superliga 2 femenina con tanta solvencia, muy pocas de las integrantes del Volei Grau Castelló se lo hubiese creído. No porque no confiasen en sus posibilidades, sino porque después de perder los 11 encuentros de la primera parte de la competición —luego arrancaron la segunda vuelta con otra derrota y la mala racha se fue a los 12 encuentros perdidos— la moral y el entusiasmo para encarar la parte decisiva de la temporada no eran los mejores.

Las graueras deambulaban por la segunda categoría del voleibol nacional y parecía que el descenso al finalizar la competición sería una realidad. Después de 12 partidos solo habían sumado un punto y el UCAM Murcia les avantajaba en siete puntos —aunque había finalizado la primera vuelta con cinco, obtuvo un triunfo de tres en el arranque de la segunda—. Parecía que solo un milagro podía salvar al Volei Grau Castelló, ya que solo un equipo perdía la categoría. Los últimos 10 encuentros debían ser muy diferentes.

Natalia Rebouças, decisiva

Y el revulsivo llegó desde Brasil. El club que preside José Miguel Varella hizo un gran esfuerzo para incorporar a la receptora Natalia Rebouças, que además de aportar su calidad reavivó el espíritu ganador de un equipo que por potencial para nada merecía ser colista. Sus jugadoras tienen más clase de la que mostraban y esta se activo con la llegada de la brasileña.

Rebouças, que incluso ha sido MVP de toda la competición en una de las jornadas —hay dos grupos y la componen 24 conjuntos—, fue el antídoto que necesitaba el entrenador, Felipe Monfort, para activar al resto de jugadoras, que también dieron un paso al frente. No es que perdieran con contundencia, pero la dinámica era muy mala.

Un final para enmarcar

El punto de inflexión llegó en la 13ª jornada —este número fue positivo en esta ocasión— cuando el Volei Grau Castelló venció con claridad en la pista del Xàtiva, que era el segundo al finalizar la primera vuelta. A este triunfo le siguieron otros cuatro consecutivos, que ya daban la permanencia momentánea.

Ya sin los nervios, las graueras siguieron a un gran nivel, siendo el balance de las últimas 10 jornadas de siete triunfos y tres derrotas, dos de estas en los dos últimos partidos ante los equipos que lucharán por subir y ambas por la mínima.