Messi puso un paréntesis al enojo colectivo con el seleccionado que un sector del periodismo aviva cerca del agravio. Tras el 3-0 ante Brasil llovieron las invectivas y descalificaciones. Los jugadores se juraron no dejarlo pasar. Primero había que ganar. Al terminar el partido, Messi, el capitán, y en nombre de sus compañeros, se paró en el centro de una fugaz e inusual rueda de prensa para comunicar a los medios argentinos que, en adelante, cerrarán sus bocas frente a los micrófonos.

"Preferimos estar todos y dar la cara", empezó La Pulga,con una gravedad llamativa. "Estamos acá para comunicarles que tomamos la decisión de no hablar con la prensa, ustedes saben por qué. Recibimos muchas acusaciones y faltas de respeto. La acusación contra 'el Pocho' (Ezequiel Lavezzi) es muy grave. Si no salimos a decir nada creerán que es así".

CIGARRILLO DE MARIHUANA

Horas antes del partido, Radio Mitre de la ciudad de Buenos Aires aseguró que Bauza había desplazado al amigo de Messi por haberlo encontrado con un cigarrillo de marihuana entre sus labios. "Podes perder ganar o perder, pero meterse en la vida personal de uno... si no la cortamos hoy no la cortamos más. No vamos a entrar en el juego. Nos van a seguir matando, pero no seremos partícipes de eso", dijo Messi. ¿No era que no tenía carácter ni ejercía el liderazgo?

En la noche de San Juan,después de su mejor partido con Argentina en los últimos tiempos, el astro culé se dio otro lujo: fue vehemente y locuaz. "¿Quiénes se creen estos jugadores, los Rolling Stones?", replicó de inmediato el canal FOX, uno de los más impiadosos por estas horas. Bauza sí habló del partido pero, en los hechos, respaldó todo lo dicho por su principal jugador. "Ellos se merecían el triunfo después de tantas agresiones.A mí me cortaron en pedacitos".