Gerard Moreno Balagueró (nacido el 7 de abril de 1992 en la localidad barcelonesa de Santa Perpètua de Mogoda) mira al futuro con optimismo a pesar de que, deportivamente, el comienzo de su nueva etapa en el Villarreal no se esté viendo reforzado con resultados. El autor del único gol del conjunto amarillo en la presente temporada sabe que esto no ha hecho más que empezar y que la actual situación del equipo groguet, en la cola, con un solo punto y ya dos derrotas en casa (contra la Real Sociedad y, el pasado viernes, frente al Girona), tan solo es circunstancial.

—¿Es complicado hacer un balance de lo que han sido estas tres primeras tomas de contacto con el Villarreal tras su regreso?

—Pese a las derrotas creo que hemos empezado con buenas sensaciones a nivel de juego. Todo se puede mejorar y trabajamos para ello, para seguir creciendo y buscar la primera victoria.

—A pesar de que, hasta el momento, no se haya visto refrendado con goles, se podría decir sin temor al error que el Villarreal ha reunido al que puede ser el mejor ataque de su trayectoria en Primera. ¿Está de acuerdo?

—Hay grandes jugadores y la competencia que existe es muy buena para el grupo, ya que además es una competencia sana. Ya no solo arriba. En la actual plantilla hay dos jugadores por puesto y eso, al final, beneficia al equipo.

—Su vuelta al club ha coincidido con la de Cazorla, todo un ejemplo de superación. ¿Cómo le ve?

—Para nosotros es un orgullo tenerle a nuestro lado. Ha estado mucho tiempo parado, pero cuando le ves entrenar y jugar te das cuenta lo grande que es. Es un jugador top, diferente, que nos va a ayudar muchísimo. Siempre mejor tenerle como compañero que como rival.

EL INICIO DE LIGA. «Se puede mejorar y trabajamos para ello, para seguir creciendo y lograr la primera victoria»

—Otro regreso esperado es el de Bruno Soriano. Usted ya le ha disfrutado como compañero. ¿Le ve pronto compitiendo?

—No será por ganas, pero hay que tener paciencia porque ha estado un año fuera y deberá coger el ritmo competitivo y el toque. Cuando ves el gran esfuerzo que realiza seguro que el sufrimiento que ha pasado se transformará en premio y volverá a su nivel. En los pocos entrenamientos que lleva con nosotros se nota que es un jugador que sobresale. Nos tiene que ayudar mucho.

—¿Haberse convertido este verano en el fichaje más caro en la historia del club [20 millones de euros] es una presión?

—Presión no. Por lo menos me intento quitar esa presión. Lo que sí siento es responsabilidad por la apuesta que el club ha hecho por mí y debo devolver esa confianza a través del trabajo, de ayudar. Estoy encantado de haber podido volver y de notar el cariño de la gente. Y ese cariño lo verán devuelto en el campo. Voy a darlo todo. Tengo ganas de luchar por grandes cosas.

—Se fue del Villarreal considerado como un rematador, un jugador netamente de área. Y vuelve ahora como un futbolista involucrado no solo en el ataque, sino más sacrificado en labores defensivas, con un mayor registro de capacidades.

—Cada año vas mejorando, intentando aprender cosas y ser mejor jugador, tanto dentro del campo como fuera. Intento trabajar al máximo para ayudar en todo lo que me pida el cuerpo técnico y los compañeros. Hay que seguir creciendo, tanto en labores ofensivas como defensivas.

—¿Qué entrenador le ha marcado más desde que debutó en Primera, hace ya cuatro años?

—Cada uno de los técnicos que he tenido me ha enseñado algo nuevo, pero es verdad que en mi paso por el Espanyol me quedaría con Quique. Me ayudó a encontrar mi mejor posición en el campo y a tener un trabajo defensivo del que anteriormente quizás carecía. Me dio mucha confianza y por eso me quedaría con él.

—¿Y qué me puede decir de su actual técnico, Calleja?

—Le conocía pero no nunca había tenido trato con él. Es un entrenador que transmite y que tiene claras sus ideas. Eso es lo primordial, que un técnico tenga su idea y su sistema y que trabaje a muerte para llevarlo a cabo. Creo que disfrutaremos este año.

LA SALIDA EN EL 2015. «Me fui del Villarreal porque necesitaba más rodaje; creo que el paso que di fue el acertado»

—Desde la pretemporada han probado diversas variantes, el 4-4-2 con doble pivote, con rombo... ¿Con qué dibujo se siente usted más cómodo?

—Yo estoy cómodo con lo que decida el entrenador. El cuerpo técnico trabaja para ganar, y en cada partido quizá necesites una u otra cosa para conseguirlo. Hay que adaptarse a lo que el staff quiere. Personalmente, siempre me ha gustado jugar acompañado por otro delantero con el que repartir más el trabajo tanto ofensivo como defensivo, pero no me importa jugar arriba solo o con un mediapunta.

—Prácticamente en cada ventana de fichajes de las tres últimas temporadas ha tenido que lidiar con el interés del Villarreal. ¿Fueron momentos tensos?

—Hay algún que otro momento más duro. Cuando salen rumores todo el mundo te pregunta, quiere saber… Es normal, es la vida del futbolista. Me lo tomo con tranquilidad y naturalidad. Hubo momentos en los que estuve más cerca de volver, como el último. Ahora ya estoy aquí, contento de haber vuelto y muy centrado para cumplir los objetivos que tenemos marcados este año.

—Falta algo más de un mes para su reencuentro con Cornellà, en la octava jornada. ¿Visualiza cómo pueder ser su recibimiento?

—Ahora mismo no pienso en ello. Estoy muy agradecido al Espanyol, sobre todo a su afición, y allí me siento como en casa. Pero la gente se expresa como lo siente y tampoco se puede hacer nada. Obviamente me gustaría que no se me recibiera mal, porque tampoco he hecho nada malo. Entendería cualquier cosa, que la gente aplauda, silbe o haga lo que sienta en ese momento.

—Nunca ha escondido su sentimiento perico, pero siempre ha admitido que nunca le cerraría las puertas al Villarreal.

—No es incompatible una cosa con la otra. Me crié en el Espanyol, donde llegué con ocho años y poco a poco fui creciendo con sus valores. Eso me hizo hacerme perico. Pero aquí, en Vila-real, me han cuidado genial. Los años en los que he estado aquí he sentido un cariño increíble por parte del club, de compañeros, de entrenadores… y, al final, el Villarreal también me dio la oportunidad de cumplir mi sueño, que era jugar en Primera, y hacerme un hueco en la Liga.

—¿Fue únicamente la falta de minutos el hecho que motivó su marcha del Villarreal en el 2015?

—Evidentemente era muy joven y tampoco estaba para exigir nada, era un niño. Pero creía que me iba a venir bien tener más rodaje para hacerme un sitio en el fútbol. Lo que he crecido estos tres años como jugador lo he notado y por eso le debo también mucho al Espanyol, que me abrió las puertas. Creo que el paso que di fue el acertado.

EL OBJETIVO DE LA TEMPORADA. «Marcarnos ya el reto de la cuarta plaza nos puede obsesionar; hay que ir paso a paso»

—Y tan acertado. La pasada campaña la acabó jugando como titular los 38 partidos de Liga y fue el segundo goleador nacional de la competición. ¿Sólo le faltó el premio de la Eurocopa?

—Sabía que era muy difícil porque había muchos goleadores con opciones de ir, gente importante. Pero tampoco pensaba mucho en ello, solo me dediqué a trabajar para ver si podía llegar ahí, porque ese premio solo te lo da el trabajo en el club. Y así sigo.

—Cuando se publique esta entrevista Luis Enrique habrá dado su primera lista como seleccionador de la absoluta...

—Esté o no voy a estar muy tranquilo. Voy a seguir mejorando y trabajando para que algún día pueda ir. La ilusión siempre se tiene y un futbolista siempre sueña con ir a su selección.

—Tres años después, ¿destacaría en su regreso algún cambio sustancial en el Villarreal?

—Lo veo igual que siempre, incluso un poco mejor. Como entidad, año a año el club intenta mejorar y dar un paso adelante en cuanto a instalaciones, comodidades para el jugador... eso se nota. Deportivamente también va creciendo. Estar cinco años seguidos jugando competiciones europeas lo hace más grande y le da mucho más mérito al trabajo realizado.

—Cada vez está más caro estar en la zona alta de la Liga.

—Porque cada año ese iguala todo más. Hace dos o tres años estaba más claro qué equipos luchaban por los objetivos más altos. Sobre todo estos dos últimos años, y este también, seguro, se nota la igualdad y las ganas de otros clubs de meterse en Europa, de fichar buenos jugadores. Que la Liga esté cada vez más pareja será mucho mejor para todos, aunque para nosotros se hará más difícil alcanzar los objetivos. Pero cuanto más complicado es un reto después los éxitos saben mucho mejor.

—Eso sí, a los de siempre, Barcelona y Real Madrid y, en los últimos tiempos, Atlético sigue costando mucho alcanzarles.

—El poder adquisitivo de estos grandes clubs se nota. Aunque cueste más ganarles, si lo logras te sabe mucho mejor, a gloria. Nosotros tenemos que ir a lo nuestro, a ser regulares y competitivos, creyendo que podemos ganar a cualquier equipo.

EL RETO DE 'LA ROJA'. «Voy a continuar trabajando para ir a la selección; es el sueño para cualquier futbolista»

—¿Es el objetivo del Villarreal esta temporada estar entre los cuatro primeros de la Liga?

—Muchos equipo luchamos por lo mismo. Lo afrontamos con ilusión, pero hay que ir paso a paso. Si nos ponemos a mirar ya que el objetivo es la cuarta plaza nos podemos obsesionar. Por eso hay que ir jornada a jornada, ir viendo dónde estamos y cuando veamos qué equipos pueden o no estar ahí se harán las cuentas y se verá dónde tenemos que pelear.

—¿Es usted de los que le cuesta desconectar de la profesión? ¿En su televisión manda el fútbol?

—Veo bastante partidos de la Liga, de la nuestra, aunque cuando me dejan. Ahora con la niña es más difícil.

—¿La paternidad acelera el proceso de madurez?

—Mi niña hace que sea más responsable en todo. Pero no he cambiado tanto. Sigo teniendo la mentalidad de un niño que quiere trabajar para seguir creciendo y mejorando. Luego es verdad que, fuera del campo, a mi mujer y a mí nos ha cambiado la vida totalmente... para bien, claro.

—Por último, ¿se ve jugando un partido de la Liga española en EEUU o en México?

—A mí no me gusta la idea. Creo que es una iniciativa que no viene a cuento, sobre todo para las aficiones, que quieren disfrutar de su equipos las 19 jornadas que tiene en casa y no le gusta perderse ningún partido. Lo que debe intentar LaLiga es cuidar a los aficionados, que son los que llevan este deporte adelante, los que pagan las entradas, los carnets...