Siete puntos de nueve. Un notable. Si hubiese que poner una nota al estreno de Sergi Escobar al frente del CD Castellón, en ese triple desplazamiento consecutivo, rondaría esa calificación. Tres exámenes introductorios en la materia, porque después de estos parciales frente a rivales de la parte más baja de la clasificación (Borriol y Recambios Colón están en zona de descenso; el Novelda, al filo), llega ahora la reválida de verdad. La Nucía para empezar el miércoles, el Orihuela para seguir y el Alzira para terminar de redondear el cierre del año.

Los albinegros han despachado este nuevo punto y aparte, cuyo detonante fue la destitución de Frank Castelló, con mejores resultados que vibraciones. Partido redondo en Novelda --tal vez el único en las 17 jornadas transcurridas-- para vencer por 0-3 sin apuros, empate con mal sabor de boca en El Palmar (los locales eran colistas y, pese a igualar en el 94’, merecieron, incluso, la victoria) y un partido, en sábado, donde los albinegros, fieles al devenir del campeonato, mostraron dos caras antagónicas para remontar (y golear) después del descanso, cuando el Recambios Colón se quedó con 10.

LO QUE ESTÁ POR LLEGAR // Resultados son los que, al fin y al cabo cuentan, sobre todo porque si las sensaciones no han sido demasiado ilusionantes ante candidatos a evitar el descenso, frente a rivales que pelearán por subir, de un potencial similar al que se encontrarían en la promoción...

Por eso, el Castellón vuelve a examinarse, ahora con Escobar al mando, después de que todavía pese el hecho de que no ha ganado a ninguno de los candidatos a los play-off, un grupo esta temporada que cuenta con más candidatos que nunca.

El encuentro del miércoles dará un medida real del estado de un Castellón que no enamora y que necesita ajustes que le permitan estar a la altura de las expectativas generadas. Cierto es que las lesiones, sin ser de una importancia elevada, no han dejado primero a Castelló y en las últimas semanas a Escobar, contar con la plenitud de la plantilla, pero sí se intuye, cada vez con más certezas por el devenir de la temporada, que cada vez la apreciación tiene más argumentos a favor.

Si el rendimiento del Castellón a domicilio tiene poca discusión (18 puntos en 10 desplazamientos), las prestaciones delante de un público que a menudo con cinco dígitos, ha acudido al recinto de la avenida Benicàssim son más bien deficientes. Esa es una de las asignaturas pendientes, porque en casa es, precisamente, donde debería mostrar una mayor fortaleza. La Nucía pasado mañana y el Alzira (justo antes del parón navideño), con la salida a Orihuela intercalada, darán una buena medida de si el Castellón cambia el paso también en Castalia, donde se espera con expectación el estreno de Escobar, ya en una superficie de juego mejorada en las últimas semanas.

Un cierre de mes, año e incluso de primera vuelta en la que Escobar (y los suyos) van a por nota. Tanto como que esa buena calificación puede resentirse si la triple reválida a la que se enfrentan en las próximas semanas, no está a la altura del desafío.