Como si estuviera en el Barça, a pesar de que el dibujo táctico de España no tiene nada que ver, Busquets es el eje sobre el que gira el juego de la Roja. Rescatado por Guardiola de Tercera para darle el mando del mejor Barça de todos los tiempos, instalado en esa rotonda sin fin que es el centro del campo, Busquets también es clave en la selección.

Hace dos años se marchó Xabi Alonso, el socio del doble pivote, esa fórmula que pareció llevarse por delante a Busi en su estreno en el Mundial de Suráfrica hace ya seis años. Pero Del Bosque, enamorado como Guardiola de los centrocampistas, mantuvo en pie a ese pilar. “Si fuera jugador me gustaría reencarnarme en Sergio”, llegó a decir el seleccionador. Ahí sigue ahora Busquets como pilar de una España que juega con el 1 (De Gea), 4 (Juanfran-Piqué-Ramos-Alba), 1 (Busi), 4 (Cesc-Iniesta-Silva-Nolito) y 1 (Morata).

“Tanto Iker como Sergio o Andrés son ejemplos para todos por cómo han luchado y, sobre todo, por cómo son dentro del vestuario” (Busquets). Hay algo, sin embargo, que no está en ninguna pizarra, pero tiene mucho más valor. “No queremos que pase lo del último Mundial. Venimos con la ilusión de hacer un papel digno”, proclamó Busquets, quien reveló un secreto que influye en el momento actual. “Se está viendo muy buen ambiente, todo ayuda para ser mejores”.

LA ‘OPCIÓN BRUNO’ // Del Bosque podría recuperar el doble pivote, como reconoció el propio Busquets, si apuesta por el capitán del Villarreal: “Si jugara Bruno, que es más parecido a mí, podría ser un doble pivote”, admitió Busquets. “Pero jugamos con interiores más puros”, recuerda el azulgrana. Interiores, en el caso de Cesc más lejos del área contraria de lo que acostumbra, e interiores como ocurre con Iniesta, capaces de influir por completo en el juego. “Eso es decisión del míster”, apunta Busquets. H