El Mundial de motociclismo, al igual que sucede con el resto de grandes eventos deportivos, está siendo zarandeado por el coronavirus pero ayer, en la tarde-noche de Losail, el circuito de Doha, en Qatar, el campeonato tuvo un maravilloso arranque, con una carrera de Moto3 escalofriante en la que, de nuevo, los pilotos españoles fueron protagonistas. Entre ellos, un burrianense. Sergio García Dols ya tiene los cinco primeros puntos de la temporada. El piloto del Estrella Galicia finalizó en la 11ª plaza después de una buena puesta en acción en un circuito nuevo para él, ya que en el 2019 no pudo competir al no tener todavía los 16 años, edad mínima para participar.

Fue de menos a más (partía desde el 14º puesto en parrilla) y estuvo rodando en el pelotón delantero, pero al final perdió algo de contacto y entró a 1,2 segundos del vencedor, Albert Arenas.

El catalán Arenas (KTM), pupilo del campeonísimo valenciano Jorge Martínez Aspar, consiguió, a sus 23 años, la cuarta victoria de su vida con una demostración de poderío enorme y, por supuesto, destacándose ya, en este bautismo mundialista, como uno de los grandes favoritos para ganar el título. Arenas, que dio a la firma austriaca su victoria nº 100 en el Mundial, superó por 53 milésimas al británico John McPhee (Honda) y al japonés Ai Ogura (Honda), quien subió al tercer escalón del podio después de que dirección de carrera quitase el bronce al también español Jaume Masia (Honda), por haber sobrepasado, en la última vuelta, los límite de la pista.

igualdad // Ni que decir tiene que al nombre de Arenas, iluminado con los 3.500 focos del circuito de Losail, hay que añadir una lista impresionante de candidatos, también españoles, a la victoria en este Mundial de Moto3 como son el propio Masià, de solo 19 años, cuarto; Sergio García, de 16; Raúl Fernández, de 19, 10º y Jeremy Alcoba, de 18 años, 7º, todos ellos brillantísimos en este inicio de campaña, al igual que el hispanoargentino Gabri Rodrigo (Honda), impresionante en sus tres últimas vueltas, que, concluyó en la sexta plaza.

«Solo puedo decir que he hecho la mejor carrera de mi vida. Solo puedo decir que, como ya hemos visto, esta categoría sigue siendo a muerte, en el sentido de que puede ganar cualquiera y, en cada GP, fijo, habrá una docena de candidatos a la victoria y 20 peleando por el podio, por eso tiene un gran mérito ganar una carrera así», señaló Arenas, que, junto a Masià, controló espectacularmente el grupo de más de 12 pilotos que pelearon, en cada giro, por llevarse la victoria.

Por lo que hace referencia al triunfo, en Moto2, de Nagashima, no solo es hermosa la dedicatoria que protagonizó recordando a Shoya Tomizawa, otro de esos pilotos japoneses que prometían ganar en MotoGP y acabaron perdiendo la vida en la pista (ganó esa misma carrera, en ese mismo escenario, justo 10 años atrás, poco antes de perder la vida en el GP de San Marino-2010), sino también debe destacarse el hecho de que hasta ultimísima hora, es decir, días antes de que diese comienzo el campeonato, se encontraba sin equipo.

Lo fichó el pillo y listo de Aki Ajo, propietario del equipo KTM en la categoría media, y ha debutado con un gran triunfo, viniendo desde atrás (estaba el 14º en la parrilla de salida). Después de ver cómo mandaba durante buena parte de la carrera Luca Marini, el hermanastro de Valentino Rossi, el japonés protagonizo cuatro últimos vueltas de ensueño y se llevó la victoria.

Jorge Navarro fue el mejor español, al acabar sexto, con Arón Canet octavo en la meta.