Arrancaba la jornada a cinco golpes del estadounidense Phil Mickelson en el Abierto Británico y ayer Sergio García firmó una tarjeta de 70 impactos que le deja con un sabor agridulce, a seis del líder de la general --con cuatro bajo par--, pero con posibilidades reales de pelear por todo este fin de semana sobre el verde del Royal Troon, en la costa occidental de Escocia.

Y es que el de Borriol luchará hasta el último hoyo en su 20ª participación en el major británico. Porque si el jueves cerraba la jornada alegando que “pese a las sensaciones”, había firmado tres golpes bajo par, el viernes arrancó bajo la lluvia una jornada prometedora que no consiguió rematar en una segunda vuelta más complicada.

Un único ‘birdie’ // Porque en los ochos primeros hoyos, el golfista provincial terminó con un birdie que le podía acercar a la cabeza de la clasificación. Sin embargo, y pese a que el bogey del 12 lo dejó en nada gracias a dos birdies en el 14 y el 16, el último hoyo con un bogey con tres putts impidió a Sergio García escalar más posiciones en el ecuador del Open más veterano del circuito profesional.

Con dos jornadas todavía por delante, el golfista provincial, primer español clasificado, sigue con las opciones intactas de pelear por ese triunfo en un British Open que se le escapó hace ya nueve años, en 2007, en el desempate ante el irlandés Padraig Harrington. H