Sergio García ya está preparado para luchar de nuevo por la chaqueta verde. Después de no pasar el corte en la pasada edición, el borriolense solo piensa en tener opciones de repetir el éxito que consiguió en el 2017 en el Augusta National Golf Club, cuando derrotó en un emocionante desempate a Justin Rose.

El asalto al título comienza hoy —su salida está prevista a las 15.58 horas en España y comparte partido con Henrik Stenson y Tony Finau— y para ello lleva varios días de entrenamiento en el escenario del torneo —el domingo incluso tuvo la oportunidad de hacer todo el recorrido junto a su esposa, Angela Akins, en un privilegio que tienen los campeones de este torneo desde que lo ganan y que en el 2018 hizo con su padre Víctor—, en algunos momentos bajo la lluvia.

Y el Genio de la Coma es consciente de la dificultad del campo, que tanto le castigó el pasado año, cuando se fue cinco veces al agua en el mismo hoyo. «Augusta es así, para bien y para mal. Cuando te quiere dar, te puede dar mucho y cuando te quiere quitar, también te quita mucho», argumenta poco antes de iniciar su 21ª participación en el Masters de Augusta, primer major de la temporada, a lo que añade: «Hay altibajos como en todos los momentos —en referencia a lo acontecido el pasado año en el hoyo 15—, pero haber ganado aquí y tener la oportunidad de venir cada año ya es algo increíble».

Sobre las opciones de revivir lo acontecido hace dos años, Sergio García señala: «El año está siendo consistente y he tenido dos o tres opciones de ganar, pero no lo he logrado. En líneas generales estoy bien, trabajando duro e intentando mejorar al máximo». «Lo intentaré y voy a luchar por lo más arriba posible», avisa.