La primera comparecencia en solitario ante la prensa de Quique Setién como entrenador del FC Barcelona comenzó con media hora larga de retraso porque, según se apuntó desde el club, la charla técnica con los jugadores al final del entrenamiento se había alargado más de lo previsto.

Después de escuchar las cosas que dijo el técnico cántabro, quedó claro que esa explicación tenía todo el fundamento del mundo. Setién ha convertido su primera semana de entrenamientos en un cursillo intensivo para arrastrar a la plantilla a una nueva propuesta futbolística. Y está disfrutando cada minuto. «A mí lo que me gusta no es esto (la sala de prensa), sino estar con los jugadores --comentó--. Escucharlos, participar, transmitirles los conocimientos que uno tiene... Yo me siento uno de ellos».

Cinco días lleva Setién en el club azulgrana y, según admitió, todavía tiene que pellizcarse de vez en cuando para persuadirse de que lo que está viviendo es real. «A veces me levanto por la mañana y pienso: ‘Hostia, voy a entrenar otra vez a estos jugadores’. La verdad es que no se puede estar en un sitio mejor». Pero esa ilusión no le distrae de su cometido fundamental, que en estos momentos consiste en hacer entender a los futbolistas cuál es su modelo de juego y qué es lo que espera de cada uno de ellos día a día. Y en esa tarea, señaló, está encontrando una receptividad total por parte de todos.

«La semana ha ido francamente bien, muchísimo mejor de lo que esperaba -explicó con un brillo de satisfacción en los ojos-. Cuando llegas a un sitio, siempre tienes la incertidumbre de cómo van a responder los jugadores, y me ha sorprendido ver la actitud que ha habido para trabajar, para aceptar algunos de los cambios que les proponemos. Estoy muy contento de la capacidad de estos jugadores para entender lo que les dices. Ha sido maravilloso».

Cambios, cambios, cambios. Pese a haber cogido al equipo líder de la Liga, Setién no se molesta en hacer creer a nadie que en su apuesta hay una voluntad continuista. El santanderino ha llegado al Barcelona con sus ideas y no parece dispuesto a hacer demasiadas concesiones.