Monchi ha escogido. Y la elección del nuevo director deportivo del Sevilla es Julen Lopetegui. Vuelve el técnico vasco a los banquillos tras un año convulso porque ha dirigido a dos equipos antes de recalar en el Sánchez Pizjuán. Lopetegui estaba preparando hace 11 meses el debut de España en el Mundial de Rusia. Pero se metió el Madrid, que no tenía entrenador, de por medio y se lo llevó.

A 48 horas antes del estreno mundialista, Lopetegui era destituido por Luis Rubiales, entonces nuevo presidente de la federación española de fútbol. Llegó al Bernabéu de forma inmediata desginado como sucesor de Zidane, pero su derrota en el Camp Nou ante el Barça sin Messi (5-1) en octubre precipitó su despido del club blanco. Le relevó Solari, que también fue despedido, provocando la inesperada vuelta de Zizou.

MACHÍN, CAPARRÓS, JULEN...

Ahora, Monchi le ofrece un contrato de tres años, algo inusual en el ejecutivo sevillista, prueba de la confianza que tiene en Lopetegui, que ha vivido un año terriblemente convulso antes de recalar en el Sánchez Pizjuán. Apenas estuvo cuatro meses en el Madrid. Ahora, en cambio, quiere iniciar su nuevo proyecto en Sevilla con más acierto.

El Sevilla iniciaba la pasada temporada con Pablo Machín, el exentrenador del Girona, a quien despidió en marzo pasado. Entró Joaquín Caparrós como técnico de emergencia hasta que Monchi pone el equipo en manos de Lopetegui. Ni siquiera a Unai Emery, ni a Jorge Sampaoli, ni a Juande Ramos le ofreció el director deportivo tantos años en su momento.