El Sevilla se reafirmó como rey de la Europa League al acceder a su quinta final, tercera consecutiva, y buscará el quinto título de campeón ante el Liverpool en Basilea, después de superar por 3-1 al Shakhtar Donetsk ucraniano en un partido intenso que decidió con dos zarpazos en la segunda parte.

En la primera parte hubo algo de incertidumbre cuando los ucranianos lograron empatar a un tanto y se mostraron superiores, pero en la segunda Kevin Gameiro puso 2-1 que dio tranquilidad y después Ferreira un 3-1 ya incontestable.

El empate a dos de la ida dejó una ventaja al equipo español por el favor de los goles marcados como visitante y era una incógnita en las previas como el Sevilla iba a gestionar eso. Así, el entrenador de los ucranianos, Mircea Lucescu, ya comentó en la víspera que tendría que ver cómo salía el rival para contrarrestar ese juego y utilizar su mejor arma, el contragolpe que tan buenos resultados le había dado como visitante en el caminar por el torneo, en el que había ganado sus tres partidos como foráneo en su caminar hacia las semis.

Los de Unai Emery salieron intensos, empujados por el ambiente de un Ramón Sánchez Pizjuán a rebosar, y a los nueve minutos su goleador, Gameiro, no perdonó en una incursión con velocidad con un remate fuerte, cruzado y por bajo que no pudo atajar Pyatov.

CON LAS IDEAS CLARAS // Los locales no modificaron su planteamiento de presionar en todo el campo y con intensidad aunque también el Shakhtar empezó a buscar el balón. Taison y Marlos, como ya sucediera en la ida, mostraron sus cualidades en incursiones que buscaron los remates desde lejos o encontrarse con el punta también brasileño pero nacionalizado croata Eduardo da Silva.

El premio para el Shakhtar llegó en el minuto 44 al coger adelantado al Sevilla en una contra que fue perfectamente resuelta por Eduardo. Lo mejor que pudo suceder para los intereses de los locales fue que se llegara al descanso.

Pareció en el arranque del segundo periodo que el Shakhtar quería hacer sangre de un adversario que había acabado el primero nervioso, pero ahora el Sevilla, a los dos minutos de la reanudación, fue el que tomó partido en un contragolpe y el pase en profundidad de Krychowiak puso el 2-1 obra de un Gameiro en plena vena de acierto y que suma ya 28 goles esta campaña entre todas las competiciones.

Con el partido ya roto, el brasileño Mariano Ferreira se sacó un zapatazo desde lejos que puso el 3-1, un golazo para inaugurar su casillero de tantos desde que llegó esta temporada al Sevilla. El tiempo corrió rápido desde entonces para los visitantes ya desmoralizados y sin fondo para la reacción. H