Nadie hubiera pensado que en vísperas del crucial partido de vuelta de la primera eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda División B, que enfrentará mañana al CD Castellón ante la UD Poblense a domicilio (11.30 horas), el futuro del entrenador y de los miembros de la plantilla le quitara protagonismo al fútbol.

Y no fue de forma forzada. Terminaba ayer en Castalia la rueda de prensa habitual cuando a Manu Calleja se le sondeó sobre la próxima temporada. Su respuesta fue más que tajante: «¿Si me juego mi futuro el domingo? No, qué va, yo hace tiempo que tengo muy claro cuál va a ser mi futuro. Desde hace tiempo está claro».

Incluso metió en el mismo saco a la plantilla: «Aunque el futuro es incierto, todos somos conscientes de donde estamos, de la situación, de lo que estamos viviendo y que la mayoría de la gente que está aquí tiene el futuro muy claro».

¿DESPEDIDA ENCUBIERTA? / Unas manifestaciones que podrían sonar a despedida, por aquello de una posible eliminación mañana en Mallorca. Por ello, el míster se acordó de mucha gente ayer. Primero, de la plantilla: «Yo a estos chavales solo puedo decirles gracias. Su implicación y comportamiento ha sido de 10. Quiero agradecerles que me hagan partícipe de esta familia». «Es un grupo humano que merece mucho la pena. Lo digo siempre, no sé si de aquí me iré siendo mejor entrenador, pero lo que estoy seguro es que me iré siendo mejor persona», reconoció, añadiendo que «los chicos merecen un premio».

Añadiendo que «yo lo que quiero es clasificarnos por los jugadores. El fútbol le debe a estos chicos una alegría y ella debe llegar en forma de clasificación. Los chicos merecen una recompensa por todo lo que están sufriendo».

Y segundo, se acordó de la hinchada: «La afición es el mejor activo que tiene el CD Castellón. Es lo mejor de esta ciudad y gracias a su masa social, el club sigue vivo. Si digo que el equipo es un 10, la afición es un 100».