Sandro Rosell ingresó en prisión en el 2017 investigado por haber cobrado presuntamente comisiones ilegales y de blanquear los fondos en paraísos fiscales. La jueza Carmen Lamela, que le mantiene en prisión por supuesto riesgo de fuga, le acusa de apropiarse de 15 millones de euros de la Confederación Brasileña de Fútbol. Después de 14 meses en Soto del Real, el exdirigente cree que «si no hubiera sido presidente del Barcelona, no estaría en la cárcel».