Ni es un desconocido, ni tampoco una sorpresa, sino un corredor fuerte, potente, buen escalador y que se sabe que apunta a figura. Se llama Simon Yates, tiene 25 años, es el ciclista británico más prometedor y tan bueno, igual o mejor que su hermano gemelo Adam, lesionado porque se cayó en la Volta, y tan parecido que ni sus propios compañeros del Mitchelton australiano son capaces de adivinar quién es quién cuando los tienen al lado.

Simon Yates no va en broma en este Giro y, visto lo que ha ocurrido, en la ascensión del Etna, ya puede comenzar a pensarse que Tom Dumoulin, Chris Froome y Thibaut Pinot, en un primer contacto y duelo en la montaña de la ronda italiana que acabó en tablas, han encontrado más que un rival, más que un contrincante... tienen en Yates a un auténtico candidato a enfundarse la 'maglia rosa' que el británico conquistó junto al observatorio del volcán siciliano.

Igualdad entre las figuras

Ni Froome está tan mal, ni Dumoulin tan fuerte, ni tampoco Pinot tiene un punto más de fuerza que el resto de estrellas del Giro. Unos y otros, ascendiendo el Etna, se dedicaron a marcarse, ahora ataco yo, ahora te aguanto, ahora me voy, ahora te pillo. Pero cuando Yates miró hacia atrás, cuando demarró, cuando comprobó que nadie le seguía porque quería ser respetuoso con su compañero colombiano Esteban Chaves, que andaba fugado y en busca de la victoria, nadie, absolutamente nadie, pudo seguirle, por más que hubiera un vencedor del Tour, otro del Giro, de la Vuelta, por detrás suyo. Fue una auténtica exhibición de los dos mejores corredores que el Mitchelton ha llevado a la ronda italiana, un equipo tan potente como el Sky y el Astana que, hasta ahora, están demostrando que son los más enérgicos de esta ronda italiana.

El Mitchelton, una escuadra australiana patrocinada por un millonario bodeguero, que quiere hacer publicidad de sus vinos gracias a las bicis, se recreó en lo que cualquier escuadra del mundo querría hacer en una carrera como el Giro. Nada menos conseguir que los dos líderes del equipo llegasen juntos. Primero, Chaves; luego, Yates, que sabiendo que era 'maglia rosa', sin importarle los cuatro segundos que le entregaba a su compañero por la bonificación, le permitió la victoria. Otro día lo necesitará y Chaves se entregará en cuerpo y alma hacia su compañero británico.

Gemelos también en la bici

Los hermanos Yates, uno ausente y otro presente en el Giro, son tal para cual. Adam fue el ciclista que se hizo famoso en el Tour cuando le cayó encima el arco del último kilómetro, en el estreno pirenaico de la ronda francesa del 2016. Por supuesto, el año pasado lo cambiaron. En aquella edición llegó a París en la cuarta posición de la general. Pero es que Simon no anda muy lejos de su hermano con una séptima posición en la ronda francesa y una sexta plaza en la Vuelta. Lo dicho. Son tal para cual. Son dos corredores que por su juventud entusiasman a la afición de su país, mucho más, incluso, que un Froome, que nunca ha vivido en Inglaterra, y que encima, desde que acabó la Vuelta lucha por demostrar su inocencia en las acusaciones de dopaje.