Tras la resaca europea, saldada con el caro peaje de la derrota en el estadio de Vallecas (2-1) el pasado domingo, el Villarreal CF quiere recuperar sus señas de identidad en el duelo de mañana en el Santiago Bernabéu.

El conjunto amarillo afronta uno de los tramos más duros de la temporada, ya que además de que se midiera al Rayo se las verá en jornada intersemanal al Real Madrid (mañana, 22.00 horas), recibirá a la Real Sociedad, acogerá al Liverpool en Europa League, y viajará a Mestalla y a Anfield Road para enfrentarse a Valencia y Liverpool, respectivamente.

Sin lugar a dudas, un calendario muy comprimido y difícil, pero por el que se cambiarían ahora mismo hasta 16 clubs de la Primera División española y la gran mayoría de equipos de las grandes ligas de Europa.

La temporada del conjunto que dirige Marcelino García Toral está siendo excelente, dejando al margen el borrón de la Copa del Rey. Es por ello que el KO ante el Rayo puede considerarse incluso como lógico. El problema es que el Athletic Club se ha acercado hasta los seis puntos del Submarino (se mide mañana al Atlético), con la tesitura de que los bilbaínos ya no tienen Europa League, lo que hará que se centren exclusivamente en el torneo doméstico.

Es por ello que en la nave amarilla se es consciente de que debe hacerse un último esfuerzo en Liga para apuntalar y atar cuanto antes matemáticamente la cuarta plaza, para estar en la próxima edición de la Liga de Campeones.

SIN NADA QUE PERDER // Y para ello, qué mejor forma que, al igual que sucediera la pasada campaña, sacando tajada de la visita al Santiago Bernabéu. Todo lo que sea sumar en el feudo del Real Madrid se considerará positivo, más teniendo en cuenta que el conjunto de Zinedine Zidane acumula siete victorias en las últimas siete jornadas y se ha reenganchado a la Liga.

Pero si se pretende sorprender al combinado merengue habrá que recuperar el distintivo de calidad que ha abanderado al Villarreal a lo largo de toda esta campaña. Es decir, ser sólidos, fuertes y consistentes en ataque, prácticos y veloces con el balón en los pies… y matadores en ataque.

La pócima que Marcelino pondrá en liza mañana para conseguir volver a los orígenes pasa por recuperar a muchos de sus efectivos más habituales en su once inicial, aunque todo ello siempre en condicional, puesto que casi es más importante lograr los tres puntos del próximo domingo en El Madrigal ante la Real Sociedad (20.30 horas) que el propio duelo de mañana en Madrid.

El míster recuperará a Rukavina tras sanción para la zaga, mientras que también regresará el capitán Bruno, tras sanción. Incluso la dupla Soldado-Bakambu puede ser la punta de lanza para derribar el Bernabéu. H