Determinante. Ese podría ser el objetivo que más se acerca a la definición de lo que ha supuesto para el Villarreal el regreso a la competición de Roberto Soldado después de seis meses trabajando prácticamente en solitario.

La inoportuna lesión en la recta final de la pasada pretemporada fue un golpe duro para el futbolista valenciano, con un carácter competitivo y ganador que le hace más difícil todavía sobrellevar un periodo tan prolongado en la enfermería, pero también para el equipo amarillo, que pagó su ausencia en la previa de la Champions y en un inicio de temporada en el que tuvo que cambiar demasiadas cosas en su ataque, lastrado también por los problemas físicos de su otra referencia ofensiva de la anterior temporada, el congoleño Cedric Bakambu. Pero todo ha quedado atrás. Soldado ha vuelto con su mejor versión, esa que ha impulsado a los de Escribá en todos los minutos que ha disputado el 9 groguet desde su regreso a la competición.

Los números cantan. Soldado no solo ha marcado dos goles en los tres partidos de Liga que ha disputado (en El Sadar y, el pasado domingo, en Balaídos). El dato más demoledor es que el Submarino ha ganado todos y cada uno de los encuentros en los que el delantero ha estado en el campo. Cuatro de cuatro, y siempre con él en el once titular.

100% DE VICTORIAS

Soldado volvió a pisar un terreno de juego en Roma, en la imposible vuelta de los dieciseisavos de la Europa League. Su primer toma de contacto con un partido oficial se tradujo en una victoria, insuficiente para seguir en el torneo, pero que devolvió la autoestima al Villarreal tras el patinazo de la ida en el Estadio de la Cerámica. Escribá le dio descanso tres días más tarde, ante el Madrid. Soldado se quedó en el banquillo y el Submarino, perforado por las decisiones arbitrales, naufragó (2-3) desperdiciando un 2-0 inicial. Desde entonces, Escribá ha contado consecutivamente con el 9 en los tres últimos partidos: tres victorias y nueve puntos que dan para seguir soñando con una segunda oportunidad, la próxima campaña, en la previa de la Champions.

LA CHAMPIONS COMO RETO

«Nos hemos puesto quintos y la intención es más la de mirar hacia arriba —cuatro puntos por delante está el Atlético— que hacia abajo», confirma Soldado, que aun consciente de que el objetivo «es difícil y complicado» no esconde que la cuarta plaza «es la aspiración que tiene el equipo; luchar por algo muy bonito y que ya logramos el año pasado».

Escribá habrá tomado buena nota de los números logrados por el Villarreal cuando Roberto Soldado está sobre el césped, aunque el técnico no cree tanto en talismanes como en la preparación exhaustiva de los partidos, el, próximo el viernes, donde Escribá no estará obligado a hacer rotaciones ante el inminente parón por las fechas FIFA. Tampoco Soldado se aferra a casualidades ni a supersticiones. «Acabar cuartos pasa por seguir igual de sólidos que estamos ahora y en volver a ganar fuera de casa en Las Palmas».