El Submarino se presentará mañana en Eibar como uno de los dos equipos que se mantienen invictos en la Liga. Será la oportunidad de sumar el décimo encuentro consecutivo sin conocer la derrota y de acercarse un poco más a los once encuentros que el Villarreal 2008/2009 encadenó sin perder en el inicio de la temporada. Un dato ilusionante, pero que no está en estos momentos en la cabeza de Fran Escribá. El técnico amarillo agradece la situación de invicto —que comparte con el Madrid— por lo que tiene de «refuerzo», pero prefiere no ir más allá. «No es algo en lo que piense. Es más, prefiero ganar dos partidos y perder otro que empatar tres. En este último caso no pierdes, pero es peor. La idea no es acumular partidos sin perder, sino sumar el máximo de puntos posible. Si por el camino no se pierde, fenomenal, pero no vamos buscando ningún récord», razona el preparador amarillo.

Escribá no quiere que sus jugadores afronten el encuentro en Ipurua con esa presión anecdótica. Y tampoco con la de poner un listón demasiado alto, algo a lo que podría invitar la actual situación del equipo, igualado a puntos con todo un Barça e, incluso, con el liderato a tiro si hoy fallaran —cosa bastante improbable— el Real Madrid y el Sevilla, los dos equipos que, por este orden, mandan en la tabla de Primera División tras las nueve primeras jornadas de Liga.

SIN EXCESOS / ¿Tiene el actual Villarreal madera de plaza directa de Champions? A Fran Escribá pensar ahora mismo en esa posibilidad —tan lejana a la vez que complicada— le parece un «exceso». Para el técnico amarillo hay un objetivo claro, «estar en Europa», pero ir más allá, además de atrevido le resulta peligroso. «Decir que podemos estar entre los tres primeros, además de excesivo, me parece que es meternos una presión innecesaria. Intentaremos repetir lo de la pasada temporada; soñar con metas mayores es un error», enfatiza el preparador del Submarino.

Escribá dejó entrever su declaración de intenciones para prolongar la buena racha en Ipurua, un campo que, por sus características —sobre todo de tamaño— podría hacer pensar en un cambio de planteamiento y aparcar durante 90 minutos la filosofía de control que predica el técnico. No será así, al menos en principio. «Si no tuviéramos gente de calidad jugaríamos a otra cosa; pero sí la tenemos y no quiero desaprovecharla defendiendo el 80% del tiempo», justifica.

UN RIVAL «MUY VIVO» / Tampoco le importa al entrenador amarillo basarlo todo en la posesión. La del rival no le molesta siempre que la tenga lejos de Asenjo: «Si la tienen en su propio campo... nos da igual». Pero Escribá se huele dificultad. «Empató al Sevilla, y ganó al Valencia y a la Real. El Eibar está muy vivo y si le dejas margen te hace mucho daño». Habrá que estar alerta. H