La alegría va por barrios en un inicio de competición donde las estrellas de Madrid y Barça parecen subidas en un tiovivo. Unos días es la BBC (Benzema, Bale y Cristiano) la que acapara todos los elegios y otros la MSN (Messi, Suárez y Neymar). Con la lesión de Leo, el escenario se presagiaba más favorable para los cracks del Bernabéu, pero los resultados de la primera jornada sin el argentino han roto las previsiones.

Tarde y mal ha empezado la temporada Cristiano Ronaldo. Tarde porque tuvo que recuperarse de la lesión que se produjo en la final de la Eurocopa (esguince del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda) y mal por la falta de fuerza física que exhibe, una de sus principales virtudes. La frustración que sentía el futbolista de su pésimo rendimiento se agravó en Las Palmas por la sustitución que decretó Zinedine Zidane, retirándole del campo sin que el duelo estuviera resuelto.

Cristiano echa chispas, y así se vio cuando enfilaba el camino del banquillo. Poco o nada acostumbrado a marcharse antes de tiempo, no ocultó su enfado con el entrenador, mientras mascullaba imprecaciones. La excusa de Zizou -“pensaba en el partido del martes”, dijo- no fue asimilada por el delantero porque nunca le restaron minutos antes de un partido de Champions.

AHORRO DE ESFUERZOS // “Él quiere jugarlo todo, pero yo pienso en todos mis jugadores. Tiene que descansar como los demás”, insistió Zidane, enmarcando el relevo en el beneficio que reportaría para Cristiano y el equipo el ahorro de esfuerzos ante la delicada visita al Borussia Dortmund.

Mientras tanto, Cristiano mostraba claramente su enfado. Primero despreció al técnico, sin ni siquiera mirarle cuando le tendió la mano. Luego, sentado en el banquillo, no paró de hablar. Las cámaras de Cuatro detectaron expresiones del tipo “fodase” -“joder” o “jódete”- y “su puta madre”. El delegado Javi García Coll, que sustituía a Chendo, sancionado, se acercó a pedirle calma.

Cristiano está atascado. Y el Madrid también se ha parado. Los números denuncian el peor CR7 que se ha visto en el Bernabéu durante meses. La baja forma del astro, que solía empezar las temporadas pletórico, alarma al madridismo. La comparación con Neymar, que también se incorporó tarde, agrava las malas sensaciones que emite el portugués.

En Can Barça, sin el 10, la figura del 11 (con dos goles) y del 9 (Suárez abrió el marcador ante el Sporting cuando el equipo estaba poco fluido), resultaron fundamentales. Un día después de que la sección cuarta de la Audiencia Nacional reabriera el caso de su fichaje tras apreciar que se produjeron delitos de estafa y corrupción entre particulares, Neymar exhibió un fútbol más comprometido. Da la sensación de que a más ruido externo a su alrededor más se divierte, más liberado está el brasileño. Hace un año, cuando Messi estuvo dos meses lesionado, ya pasó algo así. H