Los octavos de final de la Copa del Rey arrancaron anoche con sorpresa en El Molinón, donde el Valencia cayó ante el Sporting (2-1, goles de Noblejas y Blackman para los locales y de Gameiro para los che). En su último compromiso en ese escenario, aún en las filas del Villarreal, la derrota en Liga acabó costando el puesto a Marcelino por unas declaraciones poco afortunadas en las que manifestó su amor por los colores asturianos cuando los gijoneses se jugaban la permanencia en Primera con otros equipos implicados. La derrota de anoche le deja en una situación muy complicada, con ultimátum de la directiva y Voro a la espera ante un posible regreso al banquillo.

Por su parte, el Real Madrid, con conjura interna de jugadores y cuerpo técnico mientras Florentino eleva una queja telefónica a la presidencia de la RFEF a cuenta del VAR, afronta el primer asalto ante su verdugo del año pasado, el Leganés, con la esperanza de recuperar la tranquilidad.