Stephen Curry volvió a disputar un partido de la NBA. Y las sensaciones no pudieron ser más positivas. Como si no hubieran pasado cuatro meses desde su última aparición por culpa de una fractura en la mano izquierda que le ha hecho perderse 58 partidos de la temporada. No solo a nivel individual con unos números espléndidos (23 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias en 27 minutos de juego), en una versión aproximada de lo que es capaz el base de 31 años. También por la inyección de energía y positivismo con la que contagió a sus compañeros. Los Warriors no pudieron evitar la derrota ante los Raptors (112-121), vigentes campeones, en un encuentro que suponía una reedición de lo vivido en la última final de la NBA. Pero sí que estuvieron mucho más cerca de la imagen del equipo que ha marcado una era, con tres campeonatos, que a la del equipo que deambula por la liga como colista, con solo 14 victorias y 49 derrotas, apartado ya de los play-off.

"Me sentí genial, con muchísima energía, explicó Curry al concluir el partido. Tenía muchas ganas de estar en la pista esta noche y ver qué podía pasar. Fue un momento en el que me sentí realmente bien, en un pabellón cargado de emoción y de energía. No estaba muy seguro de lo que podíamos esperar con los minutos restringidos y todo eso, así que solo intenté anotar mi primer lanzamiento y sentirme cómodo en la cancha. Y durante los 27 minutos me sentí muy bien.

El regreso de Curry llegó casi por sorpresa, ya que se especulaba desde hacía días con una incorporación paulatina en el Santa Cruz, el filial del Golden State, que compite en la Liga de desarrollo. El anuncio de su vuelta a través de los videomarcadores, fue recibido con una estruendosa ovación por parte de los aficionados del Chase Center, que han entrado esta temporada en un estado de semidepresión después de vivir una época dorada, con tres títulos de campeón (2015, 2017 y 2018) y presencia en cinco finales, a causa de las bajas por lesión de Curry y Klay Thompson y la marcha de piezas determinantes como Kevin Durant, Iguolada o Livingstone.

PREPARAR EL FUTURO

El doble ganador de un MVP empezó con ciertas precauciones y la idea primaria de asistir a sus compañeros y cerró el primer cuarto sin un solo punto. Pero desde su primera canasta volvió a ser el jugador atrevido y con ganas de disfrutar de siempre. A pesar de la restricción de minutos que le han impuesto los servicios médicos del club (disputó 27 de los 28 que le permitían), se adueñó rápidamente del partido y acabó como máximo anotador y asistente de su equipo, mostrando una especial química con el recién llegado Andrew Wiggins, que sumó 21 puntos y 10 rebotes.

Creo que había esta sensación de energía y entusiasmo, porque para mí en cierta forma, también es el inicio de la próxima temporada, explicó el técnico Steve Kerr. Empezamos a ver la luz de lo que podemos esperar de este equipo y tener a Steph de vuelta es una parte importantísima. El siguiente paso es el regreso de Klay (Thompson) y eso ya no será hasta la próxima temporada. Pero vamos a tener una nueva versión de los Warriors. Es un desafío excitante, para todos, que queremos afrontar y ayudar a los jóvenes a desarrollarse para forma parte de la nueva era del equipo.