Entre partido y partido, la afición del Castellón se entretiene acudiendo a estadísticas, consulta de clasificaciones, precedentes... Entre todos ellos, resulta irresistible rememorar lo sucedido en el 2006, sí, en otra categoría y en otro contexto, pero que guarda más de un paralelismo con el actual. Aquel final feliz, cuando el verano del 2006 ya asomaba a la puerta, partió de unas circunstancias similares a las actuales.

El Castellón, tras las primeras 26 jornadas, en lo que suponía su regreso a Segunda A, tenía idéntica puntuación (25) y estaba a cinco de la salvación (ahora son cuatro, tanto respecto a la permanencia que con el play-out). Los albinegros, impulsados por el cambio en el banquillo en octubre del 2005, con Pepe Moré en el banquillo y refuerzos invernales inolvidables como José Carlos Tabares, Aurelio Santos o Kenji Fukuda, pegaron un subidón que les llevó a certificar la salvación incluso antes de la última jornada.

EL DÍA D, LA HORA H

El 11 de junio del 2006, en torno a las nueve de la noche, la afición tomaba la fuente de Castalia. Incluso futbolistas como el delantero argentino y Juan Antonio Zamora (Moré se acercó también, aunque de forma algo más discreta, fiel a su carácter, paseando con su mujer). Acababa de perder el Lleida en su duelo en Almería, resultado que combinado con la victoria el día anterior del Castellón sobre el filial del Real Madrid en Valdebebas, permitía una segunda temporada en la categoría de plata (al final fueron cinco).

El Castellón, tras aquella 26ª jornada, acababa de perder con el Ciudad de Murcia (sic) en Castalia (1-2), duelo que había empezado más tarde por un aguacero. Marchaba 20º (descendían del 19º para abajo, al ser 22 los competidores). A la postre, cerró la temporada con 54 puntos (logró 29 en los últimos 16 encuentros), escalando hasta una desahogada 12ª plaza, que no reflejó los sufrimientos de aquel ejercicio, que había arrancado con una prematura destitución de Juan José Martín-Delgado en la 10ª jornada, con los orelluts como colistas.

Sin embargo, haciendo el corte en la jornada 38ª de aquella campaña, el Castellón también estaba entonces fuera de la zona de peligro, de forma holgada además: disponía de un colchón de seis puntos y era 16º.

Sin duda alguna, un precedente, recordado y cercano en el tiempo, al que se aferra la afición del Castellón, cruzando los dedos para que ahora Óscar Cano y los suyos emulen aquel subidón.