Javier Calleja afrontará sin ningún tipo de confianza su tercer gran reto desde su llegada al banquillo del primer equipo del Villarreal. Tras reflotar al equipo en la Liga y situarlo en plazas europeas y sentenciar la clasificación como primeros de grupo en la Europa League, mañana tendrá el examen de la Copa del Rey, en la que el Submarino está obligado a remontar el 1-0 encajado en la ida ante un segunda B en horas bajas, la Ponferradina, que llega a la cita hundido en la tabla del grupo I de la categoría de bronce.

El aviso de hace un mes en el Toralín no permitirá ningún tipo de concesión. El entrenador del Villarreal realizará cambios en el once, pero ni mucho menos presentará una alineación revolucionaria plagada de futbolistas del filial. La exigencia de no caer a las primeras de cambio en un torneo en el que el club amarillo se plantea llegar lo más lejos posible no lo permite. Al probable regreso a la portería de Sergio Asenjo se pueden unir otros cambios con respecto al once de la Liga que seguirá teniendo una buena representación este jueves en el Estadio de la Cerámica. Las sanciones en la Liga de Víctor Ruiz y Jaume Costa le permitirá contar con sus dos defensas titulares; delante la elección entre Bakambu, Bacca y Sansone garantizará suficiente potencial ofensivo para conseguir los dos goles que, como mínimo, le hacen falta a los groguets para estar en el sorteo de octavos.

LA ‘LISTA NEGRA’ / Calleja no quiere imaginarse, ni por asomo, ver entrar su nombre en la lista de fiascos sonoros del Villarreal en el torneo del KO. Si el toque de atención en Ponferrada no fuera suficiente, el técnico madrileño tiene en la historia reciente del Villarreal varios ejemplos de que la Copa no tiene en cuenta el DNI de sus participantes. Por orden, Floro, Pellegrini —dos ocasiones—, Juan Carlos Garrido y Julio Velázquez forman la nómina de grandes fracasos coperos ante rivales netamente inferiores.

El último mal recuerdo llegó, precisamente, de la mano de la Ponferradina, en la última campaña en plata de los amarillos. Los bercianos sorprendieron al Submarino en el entonces Madrigal (0-1) en la primera toma de contacto con la Copa 2012/2013. Esa experiencia fue el último capítulo de la leyenda negra del Villarreal en la Copa del Rey, que se inició en el 2002 con la derrota (2-1) en el Rico Pérez ante un Hércules de Segunda B. Pellegrini tropezó dos veces en la misma piedra. Primero en la campaña de su debut, cuando cayó a las primeras de cambio ante otro equipo de la categoría de bronce. El Girona (2-1) sacó los colores al Villarreal en la primera eliminatoria de la Copa 2004/2005.

El chileno, sin embargo, aún tendría que esperar cuatro años más para protagonizar su fracaso más estridente como entrenador del Submarino. El Poli Ejido ridiculizó al Villarreal en la ida de una eliminatoria que los amarillos afrontaban con las ventajas del doble partido y la vuelta en casa. El 5-0 en tierras almerienses fue una losa demasiado pesada. Garrido también quedó en evidencia en la edición 2011/2012. El adiós a manos del modestísimo Mirandés fue un presagio del descenso de esa temporada.

CUATRO 1-0 SUPERADOS / Dentro de lo que cabe, el 1-0 que deberá remontar mañana nunca ha sido un obstáculo para un Villareral que siempre superó una eliminatoria copera tras perder el primer partido por ese marcador: lo hizo ante el Jávea, Jaén, Caudal y, ya en la era moderna, Recreativo.