La reacción llevada a cabo por el Villarreal desde el regreso al banquillo de Javi Calleja, fructificada en las últimas semanas y que se ha traducido en cuatro victorias consecutivas —dos en LaLiga, que han servido para salir del descenso, y otras tantas en la Europa League, que ha dado el billete para los cuartos de final—, solo es el principio de lo que será un intenso final de temporada, en el que el equipo debe seguir al máximo para bajar el telón sin ningún sobresalto más, que ha sido la tónica durante esta campaña.

Pero el trabajo no se ha completado todavía y queda mucho camino por recorrer, sobre todo en la competición doméstica, en la que la permanencia en Primera División es vital para el Submarino. En pleno parón por los compromisos de las selecciones nacionales, el tiempo para analizar la situación es mayor y al seno del Villarreal ha regresado la calma, aunque son conscientes de que el sufrimiento todavía no ha terminado. Restan 10 jornadas por delante o lo que es lo mismo, 10 finales, en las que cada partido es vital para conseguir el objetivo de la salvación.

Y de los duelos pendientes, cuatro son en el Estadio de la Cerámica, por donde pasa la permanencia y que debe volver a convertirse en un fortín, ya que esta campaña se han escapado muchos puntos (30). Parece que en los últimos tiempos se ha normalizado la situación, con las victorias ante el Sevilla y el Rayo Vallecano —entre ambos se produjo la derrota contra el Alavés— y el Submarino debe mantener el buen hacer de los últimos cuando actúa como local.

Con un colchón de cuatro puntos sobre el descenso —hay que recordar que cuando llegó Calleja el equipo estaba a cinco de la permanencia—, las cosas se ven de otra forma, pero se sigue teniendo muy poco margen de error. No obstante, la dinámica ganadora ha elevado la moral de la plantilla, que ya no está tan atenazada por los nervios y son muchos los jugadores que vuelven a estar a un nivel más acorde a su calidad. Y deberán seguir así hasta el final de LaLiga, cuyo camino está lleno de obstáculos.

Semana de confirmación / El frenético calendario del Villarreal en LaLiga arranca con tres partidos en ocho días. Una intensa semana que debe servir para dejar atrás la zona caliente de la tabla. Comenzando por el desplazamiento a Vigo para medirse al Celta, que marca el descenso con cuatro puntos menos que el Submarino, el próximo sábado y siguiendo con el Barcelona en La Cerámica en la jornada intersemanal, para terminar con un desplazamiento al Benito Villamarín ante el Betis (ver gráfico).

El mes de abril seguirá con otros cuatro encuentros —se jugarán un total de seis—, que, a priori, también son propicios para seguir escalando puestos en la tabla. Mayo comenzará con la visita al Santiago Bernabéu, en un duelo que se espera ya no sea trascendente. Para ello, se deberá poner la rúbrica a la mejoría.