Fortaleza defensiva sí, pero no a cualquier precio. Si el Villarreal es actualmente el segundo equipo menos goleado de Primera División --solo por detrás del Atlético de Madrid-- no es, precisamente, por el hecho de que los jugadores de Fran Escribá vayan al límite del reglamento en sus acciones. Las estadísticas apuntan a todo lo contrario. El balance de contención de los amarillos no ha necesitado en estas nueve primeras jornadas de Liga de grandes aspavientos en las acciones de sus futbolistas. Ayer, la federación española daba a conocer la clasificación actualizada de Juego Limpio en la máxima categoría, en la que el Villarreal aparece como líder, por delante del Atlético de Madrid y con bastante ventaja sobre los otros candidatos al título, el Barça y el Real Madrid, esos que muchos coinciden en que no necesitan dar patadas al reglamento para ganar los partidos. Pues bien, el vigente campeón de Liga ya ha visto cinco tarjetas más que los de Escribá; siete más acumulan los de Zinedine Zidane.

Más balón, menos patadas

El juego de mayor control y posesión que está implantando Fran Escribá desde el inicio de su etapa como entrenador del primer equipo quizá tengo algo que ver en el hecho de que los jugadores del Villarreal no necesiten ir al límite para controlar las acometidas de sus rivales. Los futbolistas amarillos salen a una media de poco más de una cartulina por encuentro (13 en total). Por supuesto, las tarjetas rojas han brillado por su ausencia en el conjunto villarrealense, tanto en el Madrigal como en los estadios que ha visitado. Junto al Submarino, solo el Barcelona y el Real Madrid se han salvado de finalizar alguno de sus partidos en inferioridad numérica. En el lado contrario está el rival del Submarino este próximo domingo, un Eibar que ya ha sufrido en sus carnes tres expulsiones, y las tres de forma directa.

Cuando a estas alturas de la Liga ya hay jugadores que están cumpliendo ciclo de tarjetas -cinco--, en el Villarreal solo Roberto Soriano acumula dos cartulinas amarillas de las trece que suma el Submarino, todas perfectamente repartidas. Ninguno de los otros 11 amonestados del conjunto groguet tiene más de una tarjeta en sus estadísticas con la única excepción de Álvaro González, aunque dos de sus tres cartulinas las vio como jugador del Espanyol, en las dos primeras jornadas. Ni defensas (Víctor Ruiz, Musacchio, Mario, Jaume Costa y José Ángel) ni medios (N’Diaye, Bruno y Manu Trigueros) ni delanteros (Bakambu y Nicola Sansone) han tenido que ver repetido el gesto del árbitro mostrándoles la amarilla.

Las Palmas, líder negativo

La otra cara de la moneda en la Liga española se la llevan la UD Las Palmas, el Málaga, el Alavés, el Betis y, no es ninguna sorpresa, el Sevilla. Todos ellos, como mínimo, duplican la cifra de amonestaciones vistas hasta la fecha por los jugadores del Submarino. A pesar de la filosofía de buen trato del balón que propugna Quique Setién, el conjunto canario --que todavía no ha olvidado las jugadas que considera que le perjudicaron en la última jornada en el Madrigal-- se lleva el liderato negativo de las tarjetas: más de tres por encuentro. H