Acabaron las pruebas. La próxima aparición del Villarreal sobre un terreno de juego ya empezará a marcar el devenir del equipo de Escribá, que ayer cerró una pretemporada de la que más que los resultados (cinco derrotas en ocho partidos) preocupan las sensaciones y, sobretodo, el cúmulo de bajas para visitar al Levante dentro de ocho días, en la primera jornada de Liga. Allí, en el Ciutat de València, el Submarino se presentará sin los lesionados Asenjo, Bruno, Cheryshev, Adrián Marín y Mario, sin los sancionados Bakambu y Castillejo, sin Soldado y con la incógnita de Jaume Costa. Hasta nueve posibles ausencias, algo así como un déjà-vu del estreno del valenciano en el Villarreal la pasada campaña. Por lo menos, la victoria de ayer ante el Cádiz (0-3), en el partido de consolación del Carranza permite acabar los ensayos con buen sabor de boca.

UN EQUIPO NUEVO // Escribá cambió por completo el once que, menos de 24 horas antes, había cedido en el último suspiro ante el Málaga, de nuevo con remiendos de urgencia en los masacrados laterales, en los que tuvo que echar mano de Ramiro Guerra, un tanto desubicado en el principio en una demarcación ajena.

Fiel a lo que ha sido la tónica de la pretemporada, el Villarreal dejó dos caras en su despedida del Carranza, aunque esta vez no tan diferenciadas. La más positiva, en la segunda parte, en la que el dinamismo de Fornals y la movilidad de Bakambu permitieron al Submarino tener más llegada.

La mayor profundidad del Villarreal ya se atisbó en el primer acto. En apenas 20 minutos, los de Escribá triplicaron los remates del anterior encuentro contra los costasoleños. Fornals protagonizó el primero y el tercero. En medio, Soriano sorprendió a Cifuentes con un disparo que se tragó el portero del Cádiz (m. 17).

Los ayer granates dejaron atisbar la letalidad de la que harían gala tras el descanso, aunque el panorama hubiera podido cambiar si Barral no llega a estrellar en el larguero (min. 26) un penalti muy riguroso por manos de Rodrigo (sorprende el número de penas máximas en contra de este verano, afortunadamente no transformadas). Al borde del descanso, Bakambu perdonó.

LA EFECTIVIDAD DE BAKAMBU // No permitiría de nuevo el congoleño que el Cádiz cogiera aire. Después de un inicio un tanto embarullado de la segunda parte, el delantero acabó con la resistencia de los locales. Primero (min. 62), a raíz de marcarle el desmarque a Leo Suárez, quien entendió a su compañero colocándole un balón que dejó a Bakambu ante Cifuentes, al que batió con cierto suspense. Apenas tres minutos después, el 17 culminaba su inspirada tarde para marcar a placer aprovechando un servicio de Darío Poveda, muy listo para interceptar una cesión de un defensa cadista a su guardameta.

Escribá acabará de moldear el estreno liguero ya en la Ciudad Deportiva. A partir del martes retoma el trabajo para iniciar la última recta hacia la Liga... y el técnico espera que ya con el sustituto de Soldado dentro del grupo. Afortunadamente, el Submarino ha recuperado el gol.