Llegar al final de la Liga sin ninguna aspiración es toda una tragedia para los equipos que durante la temporada han peleado por una de las plazas europeas. Para el resto, para los sufridores durante las 37 jornadas anteriores, encarar el cierre en esa situación es como el paraíso, sin nervios, sin tensión negativa, sin más meta deportiva que intentar acabar la Liga dando una última alegría a una afición que apenas ha disfrutado en los nueve meses anteriores. Casi un parto para todo el entorno del Villarreal, eso sí, con un alumbramiento feliz: una permanencia sana y salva que ayer se reforzó con un empate ante la gran revelación del campeonato.

Y así, sin urgencias, afrontó ayer el Submarino el último reto antes de partir de vacaciones, que hoy se inician para el grueso de la plantilla, a excepción de internacionales como Bacca, Toko Ekambi, Chukwueze, Funes Mori, Fornals y Pedraza, a los que en el mejor de los casos les espera un largo junio por delante con sus respectivas selecciones.

La diferencia motivacional fue tal en el arranque que los de Calleja se vieron desbordados. Cierto es que el preparador madrileño se presentaba en Getafe con el grave problema de la ausencia de un lateral derecho específico, sin Mario ni Miguelón. Pero la reubicación de Jaume Costa en la banda diestra no fue el principal problema del Submarino en la primera parte. Por lo demás, Calleja puso en escena un once que enterraba cualquier suspicacia en los rivales directos del Getafe por una plaza de Champions, sobre todo el Valencia. Mayoría de suplentes, eso sí, pero nada de llevarse medio filial al Coliseum.

El primer gol, pronto / Aun así, la poca tensión competitiva se dejó notar en los primeros minutos, y más ante un Getafe al cien por cien, empujado por una grada que, ayer sí, dejó pocos huecos vacíos. El 1-0 de Portillo demostró la mejor salida del rival.

Poco después, como hace siete días, el VAR salvó a los de Calleja. Hugo Duro marcó a placer en el área pequeña. Protestas amarillas por una posible falta previa a Andrés e incertidumbre. Estrada Fernández dio el tanto, pero un par de minutos después deshacía su decisión señalando un fuera del juego a instancias del encargado del videoarbitraje.

Pero el silencio se adueñó del Coliseum a los 36 minutos. Las radios y los smartphones daban la noticia del tanto de Soler en Pucela. Algo debió trascender al césped, porque el tanto del Valencia coincidió con un bajonazo del Getafe, que culminó con el empate de Iborra cerca del descanso.

Bordalás volvió a insuflar motivación en los suyos en el vestuario y el Getafe revivió en el arranque de la segunda parte y Andrés evitó el 2-1 en una falta de Damián Suárez. Llegaban más malas noticias de Valladolid, pero Maksimovic anotó, aunque a poco del final Gerard replicó, sellando un digno epílogo a la Liga. El Villarreal acaba en la 14ª plaza desde la que afrontó la última jornada. Nada mal cuando allá por febrero la salvación se veía a cinco lejanísimos puntos.