Mientras perfila la nómina de refuerzos que tendrá a su disposición Marcelino García Toral para encarar la próxima campaña --de momento solo se ha confirmado el regreso de Denis Cheryshev-- el Villarreal también trabaja en los despachos para ir haciendo hueco a las llegadas, en unos casos, o ir desprendiéndose de futbolistas que no han contado en los últimos tiempos en el primer equipo y que han tenido que salir como cedidos, ya que se mantienen con contrato en vigor.

La entidad amarilla, de paso, espera hacer caja en esta operación salida de los transferibles, a los que, en ningún caso, se piensa regalar. Cuatro nombres centran la atención en este sentido. En el caso de dos de ellos, el esloveno Bojan Jokic y el serbio Aleksandar Pantic, el club amarillo está ante la última oportunidad de sacarles rentabilidad económica, ya que los dos afrontan la última campaña de contrato con el Submarino. El buen desempeño de Jokic en la media temporada que ha jugado a préstamo en el Nottingham Forest (20 partidos en la Championship, 19 de ellos como titular) y la regularidad de Pantic en Eibar (otros 20 encuentros de Liga) hacen albergar esperanzas de que lleguen propuestas aceptables para los dos se desvinculen de la entidad grogueta.

Más complicados son los casos de Toomás Pina y Samuel García. Para el Villarreal no es una prioridad que el centrocampista manchego abandone el club, ya que su aportación podría ser bastante valiosa en una campaña tan exigente --de nivel y número de partidos-- como la que se avecina, pero tiene la puerta abierta. Pina, incluso, estaría valorando opciones para seguir en un equipo de Champions, como la del Club Brujas belga. Su caché sigue firme después de un ejercicio en el que ha sumado 36 partidos oficiales en el Villarreal, con actuaciones tan decisivas como el gol en Nápoles que dio el pase a octavos de la Europa League.

En el caso de Samuel García, el Villarreal ya comunicó al final de la pasada temporada a su representante que esté receptivo ante las propuestas que pueda recibir el futbolista malagueño este verano, que todo apunta a que serán abundantes, aunque posiblemente pocas serán las que se acerquen a las pretensiones económicas de un Villarreal que hizo un importante desembolso económico por el jugador --llegó en una operación que incluía a Samu Castillejo y que estuvo valorada en unos 16 millones de euros--, esfuerzo que no vio reflejado sobre el campo la pasada campaña, tanto por la difícil adaptación del futbolista ofensivo a un nuevo hábitat como por los problemas físicos, ya que Samuel estuvo muchas semanas de baja por una fractura no desplazada en el quinto metatarsiano del pie izquierdo que se produjo en la Copa.

GRACIA, SU GRAN VALEDOR // En el Málaga sueñan con poder recuperar al que ha sido uno de los mejores jugadores surgidos de su cantera y que en la actualidad mantiene una vinculación contractual con el Submarino hasta el 2020, pero, hoy por hoy, el destino de Samuel es una incógnita. El último interés en saltar a la palestra ha sido el del Rubin Kazán, dirigido por el examarillo Javi Gracia, el técnico que sacó el mejor rendimiento de Samuel García en Primera División. H