Para el Castellón, acostumbrado a disputar esas estresantes fases de ascenso a Segunda B y a prepararse para un play-out que todos hubiesen firmado durante la mayor temporada pasada, estos fines de semana, con la angustia que suponen las eliminatorias, asiste ahora al sufrimiento ajeno desde la barrera. Afortunadamente para la salud de los albinegros, a los que ya les tocaba descansar de estos dramas.

La dirección deportiva del Castellón, a la espera de que se resuelva quien gobernará el club de aquí a unos días (cuantos menos, mejor), continúa rastreando el mercado, tanto de los encuentros por subir como de la eliminatoria por la permanencia, caso del Alcoyano-Celta B, donde otro gol en el descuento terminó condenando a los alicantinos a volver a Tercera

Rastreando a los ‘ex’

Mientras tanto, el aficionado más recalcitrante, aquel que ya se le hace larga la espera para volver a ver fútbol en Castalia (¡más de dos meses faltan!), se conforma con ver partidos, en su caso a través de la pequeña pantalla. Cuatro volvió a ofrecer, como en la ida, el Atlético Baleares-Racing, donde Nuha Marong no pudo contribuir al ascenso de los locales (1-1, tras el 0-0 en el Sardinero), aunque tendrá una segunda oportunidad.

Una categoría más abajo, el vértigo es igual, sino superior. Dos de los héroes hace un año están de enhorabuena. El Formentera de Kike Ferreres se ha cargado a todo un Cacereño, a domicilio, además. Juanjo Gracia sigue adelante con La Nucía (cortó el paso al UD Logroñés B). No obstante, en el capítulo de decepciones, la más sentida, por la cercanía y la conexión con el Castellón, es la del Atlético Saguntino de Frank Castelló, incapaz de hacer valer el 2-0 en el Morvedre. Triste adiós para los Arturo Navarro, Ximo Forner y Jordi Marenyà (el almenarense y el vila-realense habían marcado en la ida), apeados por Las Rozas (3-0).

El grupo III de Segunda B da la bienvenida, de nuevo, al Orihuela de Rafita... y Antonio Martínez, que, seguramente, se habrá sacado la espina de aquel penalti de Gavà: marcó el 2-1 con el que despachó al Tarazona.

En cuanto a entrenadores, el exdelantero albinegro Santi Castillejo contribuyó al estado de felicidad instalada en el Osasuna: si el primer equipo acaba de volver a Primera, el filial ha regresado a la categoría de bronce, a costa del Cádiz B. Mientras, Manu Calleja continúa con su maleficio en las promociones: en esta ocasión, el Sestao River puso fin a las aspiraciones del Toledo.