A las cuatro, el Rayo-Madrid, con el recuerdo del 10-2 de la primera vuelta; a las seis y cuarto, el Atlético-Málaga, que hace dos años estuvo a punto de amargar el título de Liga de los rojiblancos, que lo consiguieron en el Camp Nou. Y a las ocho y media, el Barça-Sporting. La lucha por la Liga se resume en un supersábado, como hubo un supermiércoles esta semana y como habrá otro supersábado en una semana (Real Sociedad-Madrid, Atlético-Rayo y Betis-Barça), que no decidirá nada más que el descarte del que tropiece.

El horario repetirá dos veces el orden invertido de la cabeza. El colofón lo pondrá el Barça, que en esta ocasión conocerá los resultados de sus perseguidores.

El margen es tan estrecho, y la situación deportiva para el líder se ha aliviado tanto sin la Champions, que Luis Enrique no podrá especular con la alineación ni con el marcador. Ahora ya no tiene por qué repartir descansos. H