Como les ha sucedido a todos sus predecesores, Ernesto Valverde vivirá una experiencia única en el Barcelona, otra, pero esta vez desagradable: sustituir a Leo Messi. No se trata de improvisar en una breve ausencia copera, sino de buscar un recambio para el futbolista insustituible durante tres semanas. O, lo que es lo mismo, seis partidos.

Desde el sábado por la noche barrunta el míster cómo ocupar el vacío inabarcable de Messi. «Claro que lo echaremos de menos», exclamó Valverde sobre el incipiente problema que se le venía encima. El mismo pensamiento que tuvieron en su día desde Frank Rijkaard a Luis Enrique, pasando por Pep Guardiola, Tata Martino y Tito Vilanova.

CALENDARIO TENSO // Todos, en algún momento, vieron al astro caído. La fractura del radio derecho ha sido, sin embargo, novedosa, lo que no resta gravedad porque el calendario del Barça es especialmente denso. Y especialmente complicado en el inicio con las visitas del Inter de Milán en la Champions (miércoles) y el Madrid en la Liga (domingo). La primera prueba no arrojó consecuencias negativas. El Barça despachó al Sevilla aunque, en parte, Messi dejó el trabajo hecho con dos goles antes de caer.

Valverde prescindió de Leo cinco veces el año pasado; cuatro fueron voluntarias y una se debió al nacimiento del último hijo, Ciro, coincidiendo con la visita liguera a Málaga. Deulofeu, Dembélé, Alcácer y Arnáiz se repartieron las presencias. El sábado, cuando Messi estaba mareado, el técnico eligió a Dembélé por delante de Rafinha, que también había salido a calentar.

MÁS FUERA QUE DENTRO // Dembélé no se ganó el puesto. La actuación del francés, protagonista de un excelente inicio de temporada (hasta que se sentó en el banquillo frente al Tottenham), no fue para confiar ciegamente en él. El siguiente aspirante debería ser Rafinha, si no se tuviera en cuenta que durante el verano estuvo más fuera que dentro del Barça. El zurdo hispanobrasileño cuenta solo 4 apariciones en los 12 partidos de este curso.

Cuatro apariciones como Munir, delantero, zurdo igual que los anteriores, aunque su perfil es más próximo al de un delantero centro. En ese sentido, su única titularidad se produjo en Leganés para dar descanso a Luis Suárez. Hay otro aspirante, aunque no lo parezca. Más que nada, porque el brasileño Malcom está casi inédito. Seis minutos en Valladolid y 20 en Leganés resumen la aportación de uno de los cuatro fichajes del verano. Contratado, por cierto, como una perla cotizada, birlándoselo al Roma a última hora y pagando 41 millones al Girondins de Burdeos.

LA OTRA OPCIÓN // Valverde maneja otras fórmulas, pero implicarían un cambio de sistema. En esa «mejor plantilla» que maneja, en palabras del secretario técnico Eric Abidal en la asamblea de compromisarios, puede elegir a Sergi Roberto, el multiusos por antonomasia de la plantilla. El futbolista de Reus se desempeñó de extremo por necesidad con Luis Enrique. Su perfil más defensivo y su actitud más proactiva para presionar ayudarían a proteger al equipo ante el Inter y el Madrid, los rivales más peligrosos. Rayo, Betis, la Cultural en la Copa y la vuelta ante el Inter son los otros partidos en los que faltará el astro. En esa opción de volver al 4-4-2, la baja de Messi brindaría a Valverde la posibilidad de dar una oportunidad a Arturo Vidal, para que reivindique el papel que exige por su categoría.