Levante y Valencia empataron un derbi igualado que ambos pudieron ganar, los locales por su fútbol en la primera mitad y el Valencia por su reacción en la segunda, aunque fue incapaz de aprovechar los quince minutos finales en superioridad numérica.

Mientras el Levante mandó hasta el descanso, al que se llegó con 2-1, el Valencia reaccionó tras el penalti del 2-2 y ofreció una imagen diferente, ante un rival menos peligroso que en el primer periodo por falta de fuelle.

La primera parte estuvo marcada por dos planteamientos diferentes. El Levante buscaba más los espacios y los envíos largos, frente a un Valencia que amasaba más el balón y trataba de llegar con la pelota controlada.

Pese a ello, el equipo local fue más intenso y dispuso de más opciones de gol antes del descanso. La primera de ellas llegó tras una espectacular jugada de Morales en la que Neto rechazó un remate de Boateng para que Roger abriera el marcador (14’).

Dos minutos le duró la ventaja al Levante, ya que un centro de Soler propició la igualada con un cabezazo de Cheryshev que no estaba bien marcado y Rodrigo pudo dar la vuelta al marcador casi de inmediato en una acción similar a la del empate.

Se niveló el encuentro, pero el peligro corría por cuenta del Levante, que dispuso de una nueva opción en un remate de Morales a la cruceta previa al 2-1 en una contra muy bien resuelta por Roger (33’), poniendo el 2-1 con el que se llegó al descanso.

La segunda mitad dio comienzo con el penalti que supuso el 2-2. Parejo batió a Oier tras un derribo de Toño a Carlos Soler. El gol daba vida al Valencia.

El partido se animó tras la igualada con alternativas ante ambas porterías. Daba la sensación de que ningún equipo daba por bueno el empate. Incluso el equipo visitante jugó con uno más el último cuarto de hora tras la expulsión del levantinista Coke, pero no lo supo aprovechar.