Take Kubo medita marcharse del Villarreal CF con la apertura del mercado de invierno. El jugador japonés no quiere que su carrera deportiva sufra un parón durante esta temporada de estancia en el Submarino. Poco a poco su papel en las alineaciones se ha ido diluyendo hasta que el pasado sábado, ante el Real Madrid, saltara al campo en el minuto 87. No se conforma con ser titular solamente en la Europa League, competición en la que Unai Emery sí le ha otorgado el rol de titular como consecuencia de la dosificación de esfuerzos que pone en práctica el técnico ante lo apretado del calendario competitivo que tiene por delante el Villarreal hasta final de año. Seis partidos de Liga, tres del torneo europeo y uno de Copa.

GRAN COMPETENCIA

El talento de Kubo es incuestionable, tanto como la gran competencia que existe en el Villarreal, que ha relegado a la suplencia al futbolista cedido por el Real Madrid, diluyendo hasta lo residual su participación en LaLiga. Emery es un entrenador con una personalidad probada a lo largo de su carrera. El técnico de Hondarribia alinea cada semana el once que considera más apropiado para afrontar cada partido y nunca ha cedido a la presión mediática que se ejerce desde Madrid para que Kubo sea titular y que sufre en buena parte en sus comparecencias de prensa.

El nipón es algo más que un futbolista en Japón y arrastra consigo un tirón mediático muy importante. Take arrastra un seguimiento exclusivo de varios periodistas desplazados, única y exclusivamente, para informar de sus evoluciones en cualquier campo al que se desplace y todo lo que rodea a su figura dispone de una gran repercusión en Japón.

EL RESPETO DE EMERY

Emery siempre se refiere en positivo cuando habla de Take Kubo. Nunca ha salido una frase que pudiese suponer un velado menosprecio hacia el futbolista. Más bien todo lo contrario, siempre ha elogiado su talento y la enorme calidad que considera que atesora el internacional japonés. Incluso le ha deparado atención personalizada para que acelere y mejore su progresión en el día a día de la Ciudad Deportiva de Miralcamp. Todo ello no es óbice para que el técnico esté construyendo un bloque, que si en algo destaca es en su poder para competir.

Aprendió la lección del 4-0 del choque de Barcelona y desde entonces el Villarreal no ha perdido ningún partido. Y a Kubo le falta ese físico que requiere el técnico para armar el fútbol que inserta agresividad y disciplina táctica, con creatividad y talento. También lo ha reconocido, con un gran respeto, Emery cuando ha sido preguntado por él. Kubo ya ha dado los primeros pasos para poner en marcha su decisión con el Real Madrid.

Ambos clubs firmaron una cesión cifrada en 2,5 millones de euros en el mes de agosto. Entonces, el japonés disponía de una larga lista de clubs que habían mostrado interés por su cesión.

Ahora, el Villarreal podría negarse a romper esa operación de préstamo, pero es poco probable que quiera tener un jugador a disgusto en su plantilla. Además, las relaciones entre ambos clubs son muy buenas y no se le pondría reparo alguno si el futbolista no se siente a gusto en el club.

Por otra parte, la irrupción de Yeremi Pino que ha pasado por delante de Kubo, como se pudo ver en el encuentro ante el Real Madrid donde fue una de las primeras sustituciones, además de la posibilidad de utilizar a Pedraza en esa demarcación, garantizarían tener cubierta esa posición en caso de que se culminara la salida de Kubo en el mercado de enero.

A FAVOR DE SU SALIDA

Son argumentos a favor del deseo del jugador japonés de poder dejar la disciplina del Villarreal para buscar un nuevo destino en el que pudiera continuar su formación como futbolista, ya sea en LaLiga española, donde no le faltarán pretendientes, o en un club europeo.

A Kubo, además de su calidad futbolística, le acompaña el gran marketing que tiene detrás de él. El futuro de Kubo en el Villarreal está en el aire.