Objetivo cumplido, aunque con un sabor agridulce. El TAU Castelló continuará un año más (el tercero) en LEB Oro, aunque el pasaporte matemático, a falta de la última jornada, le ha llegado más que por méritos suyos, ayudado por terceros. Los de Toni Ten perdieron frente al colista y ya descendido Marín Peixegalego (86-93), pero se vieron beneficiados por las derrotas de Huesca Magia y Calzados Robusta.

El partido del TAU fue una reedición de tantos y tantos que se le han ido esta temporada, en los últimos instantes, fruto de la irregularidad. El 17-5 del minuto 5 hacía presagiar un cómodo triunfo de los locales, en el último compromiso en casa de la campaña, pero los pontevedreses, ya sin nada que perder, no se arrugaron y casi equilibraron el partido al final del primer cuarto (22-19), para cobrar ventaja poco después (24-28). Ten cambió de estrategia y, con cuatro abiertos, los castellonenses mantenían, en el descanso, la misma renta de tres puntos a su favor (41-38).

El TAU dio un estirón en el tercer cuarto y llevó su ventaja hasta un prometedor 63-56, a pocos segundos del bocinazo final.

El desenlace

En el cuarto parcial, los triples volvieron a dar oxígeno. No obstante, el combinado pontevedrés se agarraba a la pista, forzaba cerca de los tableros y su cuenta anotadora no cesaba. A su vez, los locales se cargaban de faltas y a falta de cuatro minutos ya estaban en bonus. No podía haber más tensión, la actuación arbitral descentraba a los de Ten y el Marín retomó la delantera en el marcador, pese a la momentánea respuesta de Faner. El TAU tuvo fe hasta el 84-86, a falta de 33 segundos, pero el Peixegalego gestionó su ventaja y se llevó el gato al agua.