El TAU Castelló toma aire tras reencontrarse con la victoria ante CB Clavijo de Logroño. Una primera parte sencillamente maravillosa, de las mejores que se recuerdan en el Ciutat, permitieron alcanzar una renta que a los riojanos les resultó imposible remontar tras el descanso.

Los castellonenses salieron con la clara intención de mostrarse intensos. Daba gusto verlos luchar por los balones, especialmente en el rebote. En cuanto el acierto acompañó a los de Toni Ten, estos se escaparon en el marcador. La prueba fueron los 35 puntos con los que llegaron al término del primer cuarto.

El segundo periodo siguió con un ritmo más vivo todavía, con continuas idas y venidas y ataques muy directos. La cuenta anotadora seguía creciendo y el partido parecía resuelto poco más de 10 minutos (45-23, min. 14). Kyle Rowley, que se hizo el amo bajo los tableros con 10 puntos en solo ocho minutos en pista, fue una de las figuras por el bando local.

Tras la reanudación continuó el ritmo endiablado, las transiciones rápidas... pero el acierto ya no fue tanto. Por suerte, otro aspecto que no cambió fue la puntería riojana, por lo que el Clavijo no recortaba su desventaja.

Si al descanso la victoria castellonense parecía clara, al inicio del último cuarto todavía lo era más (65-44). Con este panorama el TAU cayó en la relajación y la renta se redujo a menos de 15 tantos tras unos errores y pérdidas. Parecía que era el momento para que el Clavijo pudiera dar un susto, pero se sucedieron unas circunstancias que sentenciaron el choque. Quedaban 6:36 y el TAU Castelló metió un triple que no debió subir al marcador, ya que lanzó con el tiempo de posesión agotado. Sin embargo, los colegiados le dieron validez al tiro, lo que provocó las airadas protestas del entrenador visitante Jenaro Díaz, que acabó expulsado. Fue este el detonante que puso la puntilla para los locales.