El TAU Castelló rayó un buen nivel, pero no fue suficiente para doblegar a un Melilla que se presentaba en la capital de La Plana en uno de sus mejores momentos de la temporada. La verdad es que el cuadro visitante exigía un alto nivel y los de La Plana no pudieron mantenerlo en el tramo final del choque, lo que les acabó condenando (73-81).

El combinado anfitrión empezó el partido dependiendo en exceso del tiro exterior, con cinco triples de los que convirtió dos en los primeros compases. El gigante pívot visitante Dos Anjos daba pocas opciones cerca del aro, por lo que había que buscar opciones con los lanzamientos. Este jugador del cuadro melillense que roza los 2,20 m de altura no solo era un gran estorbo a la hora de atacar, sino que además anotaba, reboteaba y sorprendía con su agilidad a pesar de su tamaño. Los locales atravesaron una pequeño bache con desacierto, con lo que su rival dio el primer estirón del choque (10-18) y hubo que pedir un tiempo muerto para intentar recomponerse. Entonces despertó Djukanovic para encadenar dos triples seguidos, pero el Melilla tiene muchos recursos y de una manera u otra hallaba una manera de anotar, sobre todo con su temible perímetro formado con Txemi Urtasum y Agada.

El que también salió al rescate del TAU Castelló fue Nick Washburn, que logró apretar las cosas con sus grandes acciones de ataque (26-27, min. 11). Estábamos ya en el segundo cuarto, que dio comienzo de una manera muy vibrante, con buenas acciones ofensivas de ambos contendientes, que no paraban de darse la réplica. Tras esa fase brillante, se pasó a otra en la que ya no se mostraba tanto acierto. Los castellonenses, con gente rápida en pista como Zabas, Chema García, Fuzaro y Sabonis de cuatro, subió la velocidad de sus transiciones y pudo sacar algo de provecho. De este modo, y apretando las clavijas en defensa, se pudo mantener el equilibrio en el resultado cuando se llegó al descanso (43-42).

En la reanudación, la cosa siguió muy intensa. Urtasun tomó la responsabilidad en el cuadro melillense, sacando a relucir su gran calidad y metiéndolas de todas las maneras. A poco que los de La Plana no pudieron mantener ese alto ritmo anotador, su rival volvió a abrir una sustanciosa brecha (49-56). Al fin volvieron los triples (un par de ellos) tras unos cuantos minutos sin aparecer en el bando local, con lo que la cosa no fue a mayores y al término de tercer cuarto seguía habiendo opciones (56-62).

Por desgracia, el inicio del último cuarto no fue nada bueno para el TAU Castelló. Cada vez costaba más penetrar en la cerrada defensa visitante y ellos hacían daño con cualquier de sus hombres. Encima, en algunas de las pocas veces que los de La Plana lograban una buena posición de tiro, la pelotita no quería entrar. Esta dinámica un tanto negativa se rompió con tres triples prácticamente seguidos obra de Bas y Djukanovic por partida doble. Con este arreón la diferencia bajó de los 10 puntos (69-77) y daba ciertas esperanzas, aunque la cosa estaba complicada, ya que sólo quedaban tres minutos y medio. Los de Toni Ten probaban diferentes defensas para sorprender a su oponente, pero el Melilla no se descompuso y se mostró sólido para certificar sin grandes apuros su triunfo final, demostrando por qué es uno de los mejores equipos de la liga (llegó a Castellón ocupando la tercera plaza de la competición) y además en un excelente momento de forma, porque tras su victoria ante el TAU encadenó la quinta consecutiva.