Con la noticia de que TAU cerámica sería el nuevo patrocinador del Amics del Bàsquet Castelló empezó el club castellonense en julio una nueva temporada y ya es la segunda en la liga LEB Oro del baloncesto español, que es la segunda máxima categoría del baloncesto nacional, tras la profesional ACB. Desde entonces y hasta hace muy poco parece que se hablaba más del club y del equipo por cosas extra deportivas que no por la marcha deportiva del equipo en la liga.

Si sonada fue la noticia de su nuevo patrocinador, bien conocido ya por todos los amantes de este deporte en España y Europa, también lo fue la pretemporada en Xian, China, que el TAU Castelló hizo durante 18 días de septiembre.

Pero la noticia que marcó el devenir de la temporada fue el accidente de autobús que el equipo tuvo tras el partido de Burgos y en el que afortunadamente no se sufrieron graves lesiones ni daños en la expedición castellonense, pero en el que perdería la vida el conductor del vehículo que colisionó con el autobús.

Este accidente fue un duro revés para el equipo, ya que el fatal suceso hizo perder un poco el norte al TAU y tanto jugadores como cuerpo técnico quedaron algo tocados física y mentalmente, teniéndose que suspender su partido contra el Cáceres Patrimonio de la Humanidad.

El punto de inflexión

El equipo reaccionó ganando en el Prat, aunque dicha mejoría se vio empañada ante el Magia Huesca, en el que fue sin duda el peor partido de la temporada. Fue el punto de inflexión, ya que a partir de ese momento, el equipo ceramista ha ido in crescendo para llegar encadenar una serie de cuatro triunfos en cinco encuentros.

Ahora, a falta de un partido de finalizar la primera vuelta, el balance es de siete victorias y nueve derrotas, a solo dos de las plazas de play-off de ascenso.

La plantilla crece

Una reacción que ha sido posible gracias a su juego alegre y espectacular que hace levantar al público de sus asientos. No en vano, la plantilla ha crecido deportivamente, y la afición disfruta viendo los tapones de Maodo Nguirane, los mates del estadounidense Alex Herrera, la casta del capitán Chema García o los triples de un Edu Durán, que partido a partido va cogiendo la confianza necesaria para ser el killer que todos los aficionados esperan.

Pero sin duda, hay dos nombres que resaltan por encima del equipo en estos momentos como son Borja Arévalo y Maodo Nguirane, que han cuajado grandes partidos y han liderado al equipo en algunas de las victorias.

Rotaciones, determinantes

El gran secreto del TAU Castelló radica en la dirección magistral desde el banquillo, de la mano del ondense Toni Ten. Si algo hace muy bien, entre muchas otras cosas, el equipo técnico es la confianza que depositan en cada uno de sus jugadores. Y como muestra tan sólo hay que mirar en el ránking de la liga por media de minutos jugados y encontramos al primer jugador del TAU Castelló en el puesto 56 con 23 minutos jugados de media.

Eso dice mucho del equipo y del entrenador, que reparte minutos entre todos sus integrantes, si bien es cierto que Alberto Fernández es el jugador que menos está entrando en las rotaciones de los castellonenses.

Sin embargo el papel de Alberto Fernández fuera de la pista como segundo capitán junto al capitán Chema García es importantísimo para que los siete jugadores nuevos se hayan acoplado perfectamente de manera que el vestuario sea la piña que es actualmente.

El balance de Toni Ten

El análisis más realista es el del técnico, Toni Ten, que destaca que la temporada se ha visto marcada por «tres fases». «El inicio no fue ni bueno ni malo, con un 2-2 (dos victorias y dos derrotas) de balance. Un bloque malo con cinco derrotas seguidas con no buenas sensaciones aunque muchos partidos los perdimos por la mínima; y una tercera fase con siete partidos y una racha de cinco victorias y dos derrotas, donde hemos vuelto a encontrar el carácter», opina un Ten que cree que ahora «estamos encontrando las sensaciones que queremos para el equipo. con una buena defensa, un ritmo alto de partido con muchas posesiones y un juego alegre».

Y sobre el calendario tan apretado y exigente de partidos, el técnico ondense confiesa que «sin duda, es un calendario demasiado exigente para las realidades de los equipos y tenemos que luchar para que sea más realista, no sólo por el bien de los propios jugadores, sino también porque el buen rendimiento de los equipos hace que el público vea un mejor baloncesto y la liga gane en espectacularidad y en renombre», analiza.