Con 15 títulos de Grand Slam y su lugar prominente en el podio de los mejores de la historia, Rafael Nadal, a sus 31 años, ha acostumbrado a España a los hitos deportivos. Pero aún quedaban algunos por batir y Garbiñe Muguruza, a sus 23 años, ha ayudado a hacerlo. El lunes, por primera vez en la historia, España amanecerá con dos de sus tenistas en el número uno de la clasificación mundial masculina y femenina. Es algo que solo han logrado antes EEUU (en al menos 10 ocasiones) y Alemania. Y uno de los protagonistas de la marca germana, Boris Becker, lanza una recomendación. «Puede que no pase nunca más, así que disfruten el momento».

El dueño de seis grandes sabe de lo que habla. Becker pasó en 1991 tres semanas en el número 1 coincidiendo con tres del récord de 377 de Steffi Graf. Y es uno de lo que celebran en Flushing Meadows el «momento fantástico para España, para Rafa y para Garbiñe». Este logro ha llegado mientras se celebra el Abierto de EEUU. Aquí la derrota de Karolina Pliskova ha aupado a Muguruza a la cumbre de la WTA, pese a su despedida del torneo. Y aquí la caída en cuartos de final de Federer ha garantizado a Nadal mantener su liderazgo en la ATP, pase lo que pase hoy en su semifinal contra Del Potro.

Y EN LA FINAL DE DOBLES... // Es más que un logro personal, al menos según lo ve Àlex Corretja. “El número uno de los dos es un éxito de la constancia y de la ambición que tienen ambos jugadores. Son muchos años de trabajo del tenis español y estos dos son los mejores abanderados que podíamos tener. Creo que se lo merecen y es espectacular para todos nosotros, todo un lujo», dijo antes de saber que Feliciano López y Marc López alcanzaron ayer la final de dobles del Open de EEUU.

Tres jugadores españoles habían precedido a Nadal y Muguruza en lo más alto: Arantxa Sánchez Vicario, que pasó 12 semanas en el número uno en 1995; Carlos Moyà, que estuvo dos semanas en 1999 y Juan Carlos Ferrero, número uno durante ocho semanas de 2003. Pero la coincidencia de dos tenistas del mismo país en esa posición dominante es una anomalía salvo para los estadounidenses, los últimos que lo consiguieron (en el 2003 con André Agassi y Serena Williams).

Es también, no obstante, un triunfo individual. Moyà este jueves, tras casi dos horas de práctica con Nadal, se resiste a hablar por ahora del logro, apostando por concentrarse en el difícil partido que se avecina contra Del Potro. Pero sí felicita a Muguruza, algo que también hace Toni Nadal, que admite que para ellos y su sobrino «mantener el número uno es importante» y muestra su alegría por un ascenso de la hispano-venezolana que, para él, «demuestra su nivel».

«Hace tiempo dije que creía que sería la número uno porque creo que es mejor que las demás y creo que es una buena número uno», explica Toni Nadal, que tras ver el partido de la derrota de Muguruza ante Petra Kvitova destaca que, pese a no estar del todo acertada en ese encuentro y ante una rival que jugó muy bien, «luchó todo el tiempo».

También Corretja ve el enorme triunfo y el no menos enorme potencial de la virtual número uno, una jugadora a la que este año él ha visto «mucho más consolidada a nivel tenístico». Según él, «gestiona mucho mejor las situaciones y sabe adaptarse más a los partidos. Antes iba a piñón fijo y ahora interpreta mejor».