Estorba o no estorba la Europa League al Villarreal? Es el debate abierto y alimentado por la crítica situación por la que atraviesa el equipo amarillo en LaLiga. Los brotes verdes que comenzaron a germinar, y hacerse fuertes, con el regreso de Javi Calleja a la dirección técnica tomaron un tinte amarillento después de la derrota ante el Alavés. Tan inesperada como cruel y dura. No obstante, y pese a todo lo mal que le ha ido al Submarino en el torneo de la regularidad, lo positivo es que a día de hoy depende de sí mismo para salir del descenso.

Y un partido vital es el que toca el domingo. Un derbi autonómico contra un club amigo como es el Levante UD. Entre medio, unos octavos de final de una competición europea que deberían ser considerados como un premio y una eliminatoria para disfrutar, pero que llegan en el momento más delicado del curso.

CON OTRA CARA / El Villarreal ha mostrado una cara muy diferente en Europa. No en vano, los amarillos siguen invictos en esta edición de la segunda competición continental de clubs, condición que solo comparten Chelsea y Eintracht de Frankfurt. Como si hicieran un reset total cuando cruzan la frontera, la Europa League ha sido el reducto espiritual de un grupo angustiado en Liga, tanto por sus errores como por el mal fario que le persigue. Pero nadie en el vestuario quiere hablar de tirar la competición. Y menos Calleja, para quien no existe otro debate que ganarse la clasificación para cuartos de final.

El partido de San Petersburgo debe servir para recuperar la confianza y la autoestima. El exclusivo estadio Krestovsky se convertirá en un gran diván para el Villarreal, del que se puede salir fortalecido. Con esa idea, y con el fin de hacer terapia de grupo, el entrenador madrileño ha decidido llevarse a toda la plantilla a San Petersburgo, a excepción de los jugadores lesionados: Trigueros, Bruno, Bonera y Javi Fuego.

El resto de futbolistas disponibles viajaron ayer con la expedición que voló desde el aeropuerto de Vilanova d’Alcolea en avión privado con destino a San Petersburgo a las 14.15 horas de España, pues hay que recordar que en Rusia son dos horas más.

La lista de convocados la forman 22 jugadores, entre ellos Morlanes, Samu Chukwueze, Quintillá y Manu Morlanes. Todos los disponibles para convivir y hacer grupo ante los duros y complicados compromisos que le vienen al Submarino. Entre la expedición se vivía un cierto aire de tomar este partido como una revancha personal para coger fuerza para LaLiga y, por supuesto, mantener la ilusión por jugar unos cuartos de final en Europa.

El técnico, que no ha ocultado su enfado a sus futbolistas por los graves errores que desencadenaron en las dos últimas derrotas, especialmente la última ante el Alavés, sigue insistiendo y trabajando en la concentración en las áreas, tanto en ataque como en defensa. Los pequeños detalles están lastrando a los grandes.

LOS DETALLES / El Submarino está acertado con la brocha gorda, pero totalmente negado con el pincel fino. Los pequeños detalles le están costando vivir desde hace unas semanas en descenso. Y Calleja quiere a todos sus hombres juntos para trabajar grupalmente. La Europa League importa, pero mucho más LaLiga.

La expedición dejó España con el termómetro marcando 22 grados y aterrizó en la ciudad de los Zares con un registro térmico de siete bajo cero. Treinta de diferencia. Hoy se esperan fuertes nevadas en San Petersburgo, aunque el avión del equipo viajaba cargado de guantes, mallas, gorros, plantillas térmicas y todo lo necesario para combatir el frío. Los males del fútbol, en este caso del Villarreal, solo tienen un remedio: ganar y ganar.