Hace unos días hablando con un periodista de Lleida, antes del encuentro entre el TAU Castelló y el conjunto ilerdense, me comentó que cada semana tenían que publicar cuatro páginas del partido que disputaba el Actel Força Lleida, con independencia de si jugaban en casa o fuera, un hábito que mantenían de la etapa del club en la ACB.

Pero de inmediato me di cuenta de que en esta provincia tampoco tienen a tantos clubs en categorías de élite. A bote pronto solo me vino a la cabeza el equipo de fútbol, que está en Segunda B. Ni en fútbol sala, ni en balon-mano, ni en voleibol, por citar deportes de equipo, tiene presencia en la élite, por lo que deben darle más cancha en sus páginas a los pocos referentes que tienen.

Y en ese momento pensé en el potencial que tiene la provincia de Castellón, con el Peñíscola FS, el BM Castellón femenino y el UBE L’Illa-Grau —el CV Mediterráneo acaba de descender a Superliga 2— en la máxima categoría de su deporte, como el HC Castellón o las Fighters —estas también han descendido—. Y el TAU Castelló, el Bisontes de fútbol sala tanto en hombres como en féminas, el Volei Grau y desde el sábado L’Illa-Grau, ambos en Superliga 2, se encuentran en la división de plata a nivel nacional.

Pero junto a todos ellos sobresale también al Playas de Castellón de atletismo, que cada año se supera y también brilla a nivel internacional, un hecho que permite afirmar que estamos en una terreta de élite.