En plenas fiestas de la Magdalena y sin haber jugado el Castellón, puede que más de uno se levante hoy, resacoso, sin saber bien dónde está o qué día es, y, de repente, se acuerde de echar un vistazo a cómo fue la jornada antes de acudir al Pregó infantil, pasarse por la mascletà, subir al Fadrí o disfrutar de alguna de las múltiples opciones culinarias o etílicas de estas fechas. Pues bien: el fin de semana ha sido tan redondo, que ni siquiera se ha notado que los albinegros fueran los únicos impedidos de sumar.

Resulta que mantienen los 13 puntos con el quinto, pero es que se han equiparado en partidos jugados con el Orihuela, con el que mantienen los cuatro puntos. Es más, visitarán el próximo domingo al Atlético Levante sin la acuciante necesidad de ganarle para que el liderato no se les vuelva escapar: igualados en la tabla ahora (eso sí, los orelluts, con un encuentro menos) bastará con empatar y esperar el descanso de los granota, a la siguiente jornada, para estar al frente de la clasificación. ¡Quién lo hubiese dicho!

Futbolísticamente hablando, todo es bonito. ¿Demasiado bonito? La grave lesión de Luismi Ruiz, que ratifica la condición de maldito del lateral derecho, recuerda que no. Este Castellón va tan lanzado que pueda considerarse inmune a todo, pero habrá que estar preparado para cuando no gane. Si entonces es capaz de gestionar la derrota, llegará vacunado para un play-off que podría ser más corto y exitoso de lo que se pensaba en noviembre.