Solo quedan 23 días para que termine el verano. Pero son tres semanas y media cargadas de la mejor intensidad. El Tour, la carrera que pasa rápida y que tarda un año entero en llegar, y a su fin, un domingo, 24 de julio, en los Campos Elíseos, muere el verano. “Cuando las bicicletas llegan a París, se termina el verano”, palabra de Dalí. El Tour empieza hoy en el Mont de Saint Michel (el lugar turístico más visitado de Francia tras la capital).

El pintor catalán veía la grande boucle por la tele. Él vibró con Bartali, Coppi, Bobet, Anquetil, Bahamontes, Merckx y el gran Ocaña. Todos ellos son historia viva, como el mito ampurdanés para el arte, aunque todos ellos, al igual que Chris Froome, Nairo Quintana, Alberto Contador y hasta 198 corredores habrían comprendido la frase de Dalí con solo acercarse este fin de semana a Normandía. El verano aún no ha empezado, la gente va con abrigo y la temperatura no supera los 18 grados.

MAL TIEMPO EN NORMANDÍA // Todos los ciclistas sonríen desde el miércoles cuando llegaron a Normandía, pero se lo pasan mejor en sus hoteles que entrenando, con ropa térmica, chubasquero; un asco para ellos. Y todos están convencidos que el enemigo número uno es un Froome que va a por el “reto” de su carrera deportiva (un tercer triunfo en la ronda francesa) y que ha llegado a tierras normandas con “hambre de victoria”. Él es el hombre a batir, con Quintana instalado en la segunda posición para la victoria y con ganas de cumplir su “sueño amarillo”, en un Tour al que ha venido “mejor que el año pasado”. Contador, sonriente, tranquilo e ilusionado con un deporte del que quiso desertar hace año y medio para comunicar ahora, a punto de iniciar la batalla por el jersey amarillo, que seguirá dos años más. Todo por decidir, pero con pasión y con los Pirineos (siempre el Tourmalet) y unos Alpes, duros y casi desconocidos.

LA ESTRATEGIA DE CONTADOR // ¿Y qué va a hacer el madrileño, que habría sido el gran candidato de Dalí? Tan fuerte se ha visto esta temporada que peleará hasta las puertas de París, atacará en cada repecho... Y si ve que las fuerzas de Froome y de Quintana son superiores a las suyas en los grandes puertos (Aspin, Peyresourde, Arcalís, Ventoux, Finhaut y la Joux Plaine), buscará el territorio emboscada que tanto le gusta, donde se puede pillar el jersey amarillo y poner el Tour patas arriba, como igual sucede en la 15ª etapa con un recorrido trampa made in Contador por los montes del Jura y sobre todo por el Grand Colombier. “Tengo una forma de correr pero otros, sobre todo el Sky, deben ser los que tomen la iniciativa”, dijo el jueves. ¿Sabrá estar tranquilo y a la retaguardia? Difícil pero no imposible.

En las manos de estos tres ciclistas, como si el Tour (arranca con una etapa de previsible esprint) fuera una obra artística pintada desde Port Lligat, se encuentra el destino de esta edición. H