Es impresionante. Si uno acude al remozado circuito de Spielberg, en medio de los bosques austriacos, y ve lo que el milmillonario Dietrich Mateschitz, dueño de Red Bull, ha invertido y hecho en este precioso y velocísimo trazado, entiende a la perfección cómo y por qué financió el salto estratosférico de Felix Baumgartner. Se trata, siempre, de hacer algo espectacular, llamativo y que lleve la firma de Red Bull. En los baños del circuito de Spielberg se puede organizar una cena de gala y puede que quien desentone sean los invitados.

No puede ser más bonito. Y ahí, entre montañas y casi frío, eltetracampeón catalán Marc Márquez (Honda), el ‘rookie’ más espectacular de la historia de MotoGP, empieza la segunda parte del Mundial defendiendo su astutamente ganada ventaja sobre el mallorquín Jorge Lorenzo (Yamaha) y el veterano italianoValentino Rossi (Yamaha), a los que supera por 48 y 59 puntos, respectivamente, casi dos victorias, cuando faltan nueve carreras (225 puntos).

TODAS LAS MIRADAS SOBRE MÁRQUEZ

Todo el mundo miraba hoy a Márquez….y a las Ducati. A Márquez porque, habiendo cambiado de mentalidad al no tener la mejor moto, ha sabido adueñarse del liderato de la misma manera que hacía el ‘Doctor’, con más inteligencia que agresividad. Y a Ducati porque, hace dos semanas, dominó a placer los entrenamientos en Spielberg, por delante de todos los demás. Claro que no estaban ni Márquez ni Dani Pedrosa. “Sí, es verdad, estaría bien que lográsemos quedar por delante de Honda y Ducati”, ha dicho Lorenzo, “pero estaría mejor que me recuperase de las últimas carreras”. “Sería estupendo que Ducati retrasase a Marc (Márquez), pero nosotros hemos de intentar estar delante, lo que no será nada fácil”, reconoció Rossi.

Y es que siempre que se ha estrenado un trazado (y este maravilloso Spielberg, lo es, pues hacía 19 años que MotoGP no visitaba Austria), Márquez ha ganado: lo hizo en el debut de Termas de Río Hondo(Argentina) y en el bautismo de Austin (Texas, EEUU). “No sabemos cómo se comportará Marc, pues no estuvo en el test y, por tanto, lo primero que deberemos analizar es su adaptación a un circuito en el que no ha corrido”.

CON LA AYUDA DE CRUTCHLOW

¿Y Márquez? Sigue sonriendo. “Tengo unas ganas locas, supongo que como todos, de volver a correr. Necesito no moverme del podio. La verdad es que cuando dimos vueltas en Spielberg con la Honda ‘MotoGP’ de calle, una moto impresionante pero, claro, no es la de carreras, ya comprobamos, Dani y yo, que es un trazado muy rápido, más de lo que pensábamos. Por suerte, empezaremos con los datos que nos ha dado Cal (Crutchlow, piloto de Honda que sí estuvo en el test de julio) y veremos cómo nos va”.

Todo el mundo cree que si Márquez resiste el ataque de Yamaha y Ducati en las próximas cuatro carreras (Austria, Brno, Inglaterra y San Marino, metidas en las siguientes cinco semanas), puede ser campeón del mundo en el triplete de Japón-Australia-Malasia. “Marc nos lleva bastante ventaja, sí, pero quedan 225 puntos y son muchos, así que estamos animados. Es mejor correr cuatro carreras en cinco semanas que tener más parones”, contó Rossi.

MIEDO A LOS NUEVOS MICHELIN

Las Ducati, en efecto, se saben favoritas pero, con el cambio de suministrador de neumáticos, de los japoneses Bridgestone a los franceses Michelin, siempre les queda la duda de cómo se comportarán las ruedas a lo largo de toda la carrera. “Fuimos velocísimos y los mejores en el test de julio, cierto”, recuerda el ‘ducatista’ Andrea Iannone, “pero una cosa son los entrenamientos y otra, muy distinta, la carrera, ya que cualquier circunstancias y, muy especialmente, los neumáticos, pueden cambiarlo todo”.