«Mi mayor virtud como piloto quizá sea la adaptación a cualquier coche». Así se define Fernando Alonso, y a esa virtud se agarra hoy en la persecución de su sueño, ganar las 500 Millas de Indianápolis (18.20 horas, Movistar #0 y Movistar Deportes 1, en horario español) en su camino hacia la Triple Corona. «No tengo ningún plan de carrera, pienso tirar de intuición», dice ante la que se viene encima. Sale quinto, pero le esperan más de 800 kilómetros de carrera, seis o siete pit-stops, cuatro o cinco coches de seguridad… todo, o casi, nuevo para él.

«Necesito estar muy abierto a lo que vaya a suceder; y si puedo competir en un grupo cómodo, estaré contento», sostiene. «Si me voy hacia atrás, me calmaré y esperaré a que llegue mi oportunidad. Y si soy competitivo al principio, no bajaré el ritmo para perder posiciones», añade Alonso. «Las primeras 100 vueltas son, simplemente, para dar paso a las 100 siguientes. Todo se juega en las 30 últimas, con todo el grip en la pista, donde nadie cede en los adelantamientos», advierte Juan Pablo Montoya, uno de sus amigos y asesores, ganador en 2000 y 2015.

Falta de experiencia

«No tengo que enseñarle como pilotar, le considero uno de los mejores de la historia. Lo único que he hecho, ha sido señalarle las peculiaridades de esta carrera», explica el brasileño Gil de Ferran, campeón del 2003 y el coach elegido por McLaren y Honda para ayudar al piloto español.

Otra peculiaridad de los óvalos son los spotters, expilotos, colocados en lo alto del óvalo, en puntos estratégicos que, conectados por radio, le van contando las incidencias que le pueden afectar y que él no ve. «A veces las cosas se ponen complicadas en la pista, por lo que hablarán mucho por radio con el piloto. Por los retrovisores se ve muy poco, y un piloto no puede dominar toda la pista e, incluso, te avisan si hay un accidente delante de ti», destaca.

Los hermanos Dan y Cole Carter serán los otros ojos de Alonso. El primero asegura que «Fernando es mentalmente muy brillante, pues ha aprendido y asimilado, en días, los que otros necesitan años». En una carrera de estas características, el control emocional es fundamental. «Hay que saber cuándo atacar, cuándo ahorrar, cuándo correr riesgos, o tener cuidado, hay que tener muy buen juicio para tomar las decisiones», señala Dan, que ha conversado mucho con Alonso sobre la estrategia a tomar.

Las principales casas de apuestas dan como favorito a Alonso, que comparte favoritismo con Scott Dixon: el triunfo de ambos se paga a siete euros. «He venido a intentar ganar, pero sé que la experiencia aquí es fundamental y esa es mi carencia», reconoció con humildad Alonso.