Después de sumar siete puntos de nueve que le permitieron ver la luz, el Almazora cuenta sus dos últimos partidos por derrotas. El último encuentro del 2017 perdió contra el Villarreal C por 1-0, y en el primero del 2018, cayó 4-1 frente al Roda. Su presidente, Ramón Broch, destacaba las sensaciones bien distintas que dejaron los dos choques. «De Vila-real nos fuimos cabreados porque el árbitro nos privó de sumar algo positivo, pero el día del Roda nos fuimos muy cabreados por la imagen que dimos. Parece que el parón nos ha sentado mal y los primeros 20 minutos estuvimos desconocidos», asegura el presi.

Lo cierto es que tras un inicio muy decepcionante, el equipo blanquinegro estaba despegando tras el cambio de cromos en el banquillo y la llegada de futbolistas como Pablo Revert, Seral, Jonathan, Chuso y Andrés. «Nos reforzamos para salvar la categoría y mejoramos mucho», admite Broch, que adelanta más refuerzos: «Dimos un salto de calidad, pero faltan dos jugadores más: un mediocentro y un centrocampista de banda. En breve habrá novedades al respecto».

AVALA A LOS ENTRENADORES // El presidente del Almazora también dio la cara por el tándem de entrenadores que forman Rubén Medall y Juan Carlos Beltrán: «Estamos muy contentos con ellos. Soy muy optimista y espero que acaben la temporada porque será muy buena señal; señal que el Almazora continúa en Tercera».

Broch no esconde que para el club «es muy importante salvar la categoría. No solo por el primer equipo, sino para el resto del club». Con este propósito, el directivo no esconde la importancia que tienen los tres puntos del próximo domingo a partir de las 11.45 horas en el Pesudo.

«El Rayo Ibense es un equipo de nuestra Liga y tenemos que ir a vida o muerte. Estamos seguros que todos los aficionados y socios acudirán porque nos jugamos mucho», arenga un Ramón Broch que quiere salir cuanto antes de la zona roja de la tabla. Y es que el 17º, que lograría la permanencia, está solo a dos puntos, pero no quiere fallar más.