Ahora que el fútbol regional, el más modesto, veía la luz al final del túnel al poder retomar los entrenamientos esta semana para empezar a competir (la Regional Preferente) a partir del día 14, los equipos se encuentran con otro problema de complicada solución: el toque de queda, que está establecido a las 22.00 horas. A partir de esa hora todo aquel que no se encuentre en su domicilio sin justificación se expone a ser sancionado, por eso los equipos se han visto obligados a adelantar las sesiones de trabajo o, incluso, a acortarlas.

La mayoría de los equipos de Preferente, que serán los primeros en competir, están realizando consultas a la Federació de Futbol de la Comunitat Valenciana (FFCV), la Policía Nacional y la Guardia Civil y nadie les aclara el problema. La FFCV explica que no tiene potestad para hacer ningún documento o justificante para entrenadores o futbolistas, mientras que las fuerzas de seguridad les han especificado que cualquier documento del club no sirve ya que la Regional Preferente, Primera o Segunda Regional no es considerado deporte profesional sino un hobby. Esos documentos expedidos por los clubes valdrían para casos de Tercera División, Segunda B y categorías más superiores.

El gran problema es que los equipos de Regional se nutren, en su inmensa mayoría, de futbolistas no profesionales, que tienen su trabajo y cuando acaban la jornada laboral pasan a los entrenamientos, por lo que en muchos casos no llegan a tiempo o no están al mismo nivel que sus compañeros. al margen de aquellos que no son de la propia localidad y tienen que coger el vehículo para desplazarse hasta su domicilio.

Raúl Sales, entrenador de La Pobla Tornesa, explica que «tanto cuando entrenamos en casa como en la UJI, intentamos acabar a las 21.30 horas para que haya ese margen de media hora para que los futbolistas puedan llegar a sus domicilios. Es hacer un poco más de sacrificio, pero no tenemos mucho más margen». Según Sales, «todo se hace más rápido en los entrenamientos o, a veces, lo básico para no perder mucho tiempo». En su caso, La Pobla tiene un futbolista que es y reside en El Puig y éste no puede acudir porque luego no tiene tiempo para regresar a casa.

De igual manera se muestra Óscar Sanahuja, entrenador del Almazora, quien reconoce que «hemos realizado una pequeña reestructuración en los horarios del fútbol pase para poder adelantar nosotros media hora. Antes empezábamos a las 20.30 horas y ahora lo hacemos a las 20.00 para acabar sobre las 21.30 horas».

Los clubes han podido adelantar los entrenamientos, pero ¿qué sucederá cuando se disputen la gran cantidad de partidos entre semana para recuperar las jornadas perdidas? Si se mantiene el toque de queda, los partidos no podrán comenzar antes de las 20.00 horas porque muchos futbolistas trabajan. ¿Intercederá la FFCV para que estos deportistas amateurs puedan tener una moratoria y volver a casa a las 23.00 horas?

El toque de queda establecido en la Comunitat Valenciana llegó hace unos meses para frenar los contagios de coronavirus, pero no se sabe cuándo se levantará. De momento se han adoptado medidas para poder entrenar, pero hay que esperar a ver qué pasa con las competiciones.